Pues, que viva San Valentín. Más regalos. Luego vendrá...

¡puf ¡¡que pereza ¡

Pues, que viva San Valentín. Más regalos. Luego vendrá el día del Padre... más regalos, después el día de la madre... ya sabe, más regalos. Y así estamos toda la puñetera vida.