Y NOS QUIERE METER MIEDO
Aquel joven castellano, viendo la televisión,
se pensó que el ser humano quiere buscar represión.
Eran las cortes de España, donde no quieren traición,
más vio cómo cosa extraña frases que son sedición.
Adonde va el diputado que hablaba de otra nación,
nunca podrá ser honrado si impone su solución.
Con esposas en la mano cómo un duro embaucador,
nunca será buen cristiano, quien quiere ser dictador.
Hablaba de compromisos con sumisos de ocasión,
luego sin pedir permisos nos soltaba su misión.
Las Cortes están sufriendo palabras de maldición,
mientras vamos entendiendo que siembran la confusión.
El político embustero pregona su conclusión,
y suele ser el primero que quiere dar impresión.
Políticos trafulleros que nos hablan de prisión,
ellos son los carceleros que machacan la ilusión.
Dice sentirse dichoso pero buscando dinero,
luego su gozo horroroso es un llorar embustero.
Fanatismo de mentiras entre gentos radicales,
que pagan sus grandes giras con dineros nacionales.
Políticos embusteros, que nunca cuentan verdades,
se sienten aventureros predicando falsedades.
Sus lamentos y maldades las viene borrando el tiempo,
son tantas fatalidades que marcan su nuevo invento.
Aquel joven castellano le latía el corazón,
sin saber sí aquel fulano entendía de razón.
Político de mentiras que pregona en un salón,
sus palabras hechas tiras dan muy mala sensación.
Para ganarse el respeto y la buena comprensión,
no puede poner su veto a nuestra generación.
G X Cantalapiedra,
16 -- 11 -- 2017.
Aquel joven castellano, viendo la televisión,
se pensó que el ser humano quiere buscar represión.
Eran las cortes de España, donde no quieren traición,
más vio cómo cosa extraña frases que son sedición.
Adonde va el diputado que hablaba de otra nación,
nunca podrá ser honrado si impone su solución.
Con esposas en la mano cómo un duro embaucador,
nunca será buen cristiano, quien quiere ser dictador.
Hablaba de compromisos con sumisos de ocasión,
luego sin pedir permisos nos soltaba su misión.
Las Cortes están sufriendo palabras de maldición,
mientras vamos entendiendo que siembran la confusión.
El político embustero pregona su conclusión,
y suele ser el primero que quiere dar impresión.
Políticos trafulleros que nos hablan de prisión,
ellos son los carceleros que machacan la ilusión.
Dice sentirse dichoso pero buscando dinero,
luego su gozo horroroso es un llorar embustero.
Fanatismo de mentiras entre gentos radicales,
que pagan sus grandes giras con dineros nacionales.
Políticos embusteros, que nunca cuentan verdades,
se sienten aventureros predicando falsedades.
Sus lamentos y maldades las viene borrando el tiempo,
son tantas fatalidades que marcan su nuevo invento.
Aquel joven castellano le latía el corazón,
sin saber sí aquel fulano entendía de razón.
Político de mentiras que pregona en un salón,
sus palabras hechas tiras dan muy mala sensación.
Para ganarse el respeto y la buena comprensión,
no puede poner su veto a nuestra generación.
G X Cantalapiedra,
16 -- 11 -- 2017.