¡A vivir que son dos días y que ahorre Rita la Cantaora!...

¡A vivir que son dos días y que ahorre Rita la Cantaora!

El Reino de España, cada vez más viejo, con más arrugas y grietas, vuelve a las andadas. Han cambiado los parámetros de consumo después de la Gran Crisis, pero no la esencia. Ya no abundan los cayenes por calles y carreteras, ni los mercedes y BMW. Los ciudadanos se desenvuelven muy bien con los utilitarios, ahora más baratos y competitivos. Comemos menús de 10 a 15 euros por cabeza. Viajamos con líneas aéreas de bajos coste, aunque nos dejan tirados sin avisarnos. Abarrotamos playas y autovías. El viejo Reino de España, como otros tanto del mundo global, Reinos o Repúblicas, están repletos de jubilados, que viajan y consumen ¿Y los que no estamos jubilados? Hemos vuelto a la copla de ¡a vivir que son dos días! y que ahorre Rita la Cantaora. O si se prefiere, aquello de el que venga atrás que arree. La Represión Financiera, con el castigo más duro que jamás ha conocido el ahorro en toda su historia unida a la fuerte presión fiscal sobre el capital, emanada de un populismo lenguaraz, de lo tuyo para mí y lo mío, también, ha generado movimientos de descapitalización general, que muy pocos se atreven a cuantificar ¿Quién pagará las Pensiones que vienen? ¿Quién la carga del coste fantasmagórico de la deuda Pública? Como siempre, el futuro lo dirá. Mientras ¡a vivir que son dos días!

Largoplazo "en resumidas cuentas"