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EL ESPAÑOL:

Marcha de pensionistas hasta el Congreso de los Diputados

plena precampaña. Sánchez quiere centrar la agenda mediática en lo que no deja de repetir en sus mítines: "Imaginaos dónde estaríamos, dónde estaría España si con la que está cayendo, medio Gobierno dijera que Cataluña tiene derecho a decidir, que los condenados son presos políticos"...

Pero mientras, Irene Montero, Rafa Mayoral, Yolanda Díaz... los nombres que ahora suenan como los que se sentarán en Moncloa junto al presidente, acompañan a decenas de miles de abuelos -y no tan abuelos- de todo género, condición y región. Han llegado a Madrid tras varios días de marcha desde todos los puntos cardinales para "defender las pensiones de hoy y las del futuro", tal como se empeñaba en aclarar un tal Josep, venido desde aquella Cataluña en llamas.

No había quien le preguntara por el asunto político, lo de la independencia, la sentencia, los presos... y que Torra cortara carreteras como él estaba cortando la calle de Alcalá desde la Puerta del Sol camino del Congreso, era un paralelismo tabú.

Junto a ellos, a las diversas plataformas en defensa de las pensiones, marchaba la cabeza de lista de Galicia en Común, comunista de herencia y militancia, beligerante, experta y didáctica en el asunto de las pensiones. Yolanda Díaz es vocal morada en las reuniones del Pacto de Toledo. Junto a ella, la lideresa número dos, llamada a la sucesión del trono podemita quién sabe si más pronto que tarde, Irene Montero. Y bajo su brazo una copia de la proposición de ley que el Grupo Confederal presentó en la antepasada legislatura -claro, porque la anterior no sirvió para nada-.
Rafa Mayoral y Yolanda Díaz, dos de los líderes de Unidas Podemos más comprometidos con las reivindicaciones de los pensionistas.

Rafa Mayoral y Yolanda Díaz, dos de los líderes de Unidas Podemos más comprometidos con las reivindicaciones de los pensionistas. ADP

En el registro del Congreso, al que los pensionistas llevaron aquel día su reclamación de que éstas sean blindadas en su revalorización al menos a la subida anual del IPC, este escrito quedó archivado junto al documento de la formación comandada por Pablo Iglesias. Un documento de 26 páginas, que gasta las 21 primeras en la exposición de motivos. Y que luego se desarrolla en sólo tres artículos, y cinco disposiciones adicionales, derogatorias y finales.
Los artículos y la factura

Y es que lo que pide la formación de Iglesias es muy cortito: que las pensiones se revaloricen al IPC "como mínimo"; que se elimine el factor de sostenibilidad "que es un factor de empobrecimiento"; que se recupere lo perdido desde 2016 con una paga única a cada pensionista; y abrir la caja de la Seguridad Social a nuevas fuentes de ingresos.

Pero es que todo eso significaría, según la Memoria económica de la ley, un "aumento de gasto asociado a revalorizar las pensiones con el IPC y a suprimir el factor de sostenibilidad [...] en el entorno de los 2,5 puntos porcentuales del PIB". Teniendo en cuenta que la riqueza nacional está calculada para cerrar 2019 en el entorno de los 1,225 billones de euros -y sin tener en cuenta la incorporación de nuevos beneficiarios-, la factura de las pensiones subiría en 30.625 millones sólo para 2020.

¿Y cómo se paga esto? Según Podemos, se conseguirían 0,7 puntos de ese 2,5% del PIB "eliminando el tope máximo a las cotizaciones" de los salarios superiores a 3.500 euros, eso sí, "sin necesidad de incrementar la pensión máxima en igual proporción". Otros 0,3 puntos se obtendrían de eliminar las "ineficientes reducciones y bonificaciones que se aplican sobre la cuota patronal" que buscan crear empleo "pero no sirven.