Algunos necesitan palabras fuertes para despabilarse. Los diálogos que sostengo con Corzón y otros son como un entrenamiento para poder soportar los ataques de necios que, lo que más cerca tienen, es lo que menos ven. Y, puesto que como todos te escondes detrás de un anónimo, te recuerdo que el tema va sobre el "aborto", crimen abominable que detesto profundamente. ¿Pisoteo mi prestigio?