Ferisa, ya es hora de que tranquilices tu resentimiento...

Ferisa, ya es hora de que tranquilices tu resentimiento y pongas freno a tu resquemor vengativo y rencoroso. Todos comprendemos el trauma que sufriste por los abusos sexuales e ideológicos a los que fuíste sometido por parte de clérigos lujuriosos incapaces de controlar sus apetitos desordenados.

De una justicia comprensible has pasado a una persecución insaciable. Ya está bien, no necesitas reforzar una y otra vez tu inquina, de la que todos nos damos por enterados. Al principio, nos llamaba la atención y en cierto modo hasta nos hacía sonreir, pero ya te has puesto en un plan que, sinceramente, cansa. No tienes derecho a escandalizar, ni tampoco a juzgar a otros, por muy degenerados que sean. Ya no tiene gracia, pues nos dejas un mal sabor de boca.

Cada uno tendrá que responder de sus actos. Tú atacas a Dios y propalas tu mofa de las cosas sagradas. Haces una nefasta propaganda, por la que, al final de tus días, te serán pedidas cuentas. Tú mismo serás tu propio juez y duro será tu veredicto.