ARANJA. Es usted muy lista, se ha dado perfecta cuenta...

Tu crees que puedo seguir tu consejo (de no perder las esperanzas) yo creo que el amor es lo mas grande que existe en el mundo no hay dinero que pueda con eso pero es tan dificil encontrarlo.

El amor se encuentra mejor si vas de una ciudad a un pueblo. En una ciudad hay muchas mujeres y no nos fijamos mucho, pero en un pueblo es diferente, suele haber un grupo no muy numeroso de mujeres y entre ella siempre destaca alguna, y te fijas más. Para la mujer de un pueblo, al llegar tú (usted) también eres novedad, ya que la chica está acostumbrada a los jóvenes de su pueblo. ¡Hombre!, no es infalible lo que digo, pero da resultado. Un saludo.

A que pueblo me tengo que ir?.. se aceptan sugerencias, de pueblos claro!

jajjaj yo tb kiero saber el pueblo adonde tengo k ir.... rapido k ya tengo la maleta preparada! saludos alos jerezanos y alrededores

A los pueblos más pequeños en habitantes de España. Esté como mínimo una semana y notará el cambio.

Pero......... da resultado o no? No se que pensar.

Patro, Bruji, puedo ir con vosotras?

Ciao

Seguro que da resultado. Estando en Madrid todas las mujeres son parecidas, sin embargo en un pueblo, siempre hay alguna que destaca más que las otras.

Ya le contaré, ahora tengo que decidir qué pueblo.

Ciao

Cuanto más alejado de la civilización, mejor.

Tampoco mucho, no? Me gusta las comodidades, ver tiendas de vez en cuando, cine, etrc.....

Entonces no, así no, tiene que aislarse de este mundanal ruido, el pueblo solitario es el preferido. Ni cines ni modas. ¿Dónde cree qué va?

Era un mensaje trampa.
La verdad es que pienso ir a vivir a un pueblo pequeñito, tranquilo, en cuanto me jubile. Estoy harta de las ciudades.

Aranja: tus deseo son los mios tambien, pero en los pueblecitos hay muchos critiqueos y abladurias y como no hay otra cosa, en cuanto llegues te estan cortando un traje completo. No creas que todo es tan bueno.

Eso seguro pero al ser "nueva" también tenemos la ventaja de ir a lo nuestro y pasar de la gente. Si fueses nacidos en el pueblo, la cosa cambia. Además cada vez soy más permisiva y voy a lo mio.ç

Ciao

Diga que sí, Aranja, cada vez más permisiva y vaya usted a lo suyo. El pueblo es relajante, se come bien y se duerme de maravilla. Eso sí, elija bien.

Angel, no nota ud. que con la edad nos volvemos más permisivos y atrevidos?
Intentaré seguir sus consejos. Ahora SÓLO me toca encontrar el pueblo.

Ciao

¿Por qué me trata de usted?

Los años no tienen importancia, lo verdadero y fundamental es cumplirlos.

Bo sé si nos volvemos más atrevidos, pero si es cierto que lo tomamos con otra filosofía las cosas. Mire, yo teniendo un euro y diez céntimos para comprar un diario soy feliz. ¿Comer? ¿Cenar? y... me lo callo. Ancha es Castilla. Un saludo.

Estupendo, de tú a tú. Gracias

Puede ser eso, vemos las cosas con más tranquilidad. Hombre! yo necesito algo más de 1,2o €, pero entiendo perfectamente lo que me quieres decir. Y es cierto, lo superficial se va aparcando.
Ciao

ARANJA. Es usted muy lista, se ha dado perfecta cuenta de que la verdadera felicidad no nos la dan, la tenemos nosotros, siempre y cuando no haya problemas por medio, pero sé es feliz con poco. Cuando alguien me dice que fueron de cena y comieron no sé cuánto, yo me acuerdo de mis sopitas de ajo ¡Qué ricas, joder! Me recuerda a los griegos en la antigüedad que bajo un sol abrasador, comían unas sardinitas y unas aceitunas y eran los más felices del planeta. Un saludo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
No dicen que de grandes cenas están las tumbas llenas?
Los griegos y muchos de nosotros.
Me acuerdo en las eras del pueblo de mi madre, mientras mi abuelo cribaba el grano, comiendo una onza de chocolate y pan. El pan ese que duraba una semana y no se ponía duro, redondo, cortado en rebanadas con la navaja del abuelo. Qué felicidad. Entonces no era consciente, ahora es una añoranza y recuerdos queridos.
Hay, amigo Angel, una anécdota muy conocida que encierra una humana
lección de cómo es verdad que la felicidad está en las cosas pequeñas.
Se decía en aquella antigua Grecia que había un sabio que vivia en el
campo que el Rey quiso conocer en el ánimo de traerle a la Corte cómo
asesor.
Tuvo que desplazarse el Rey hasta el Campo donde en una humilde cabaña
vivía este sabio.
Despues de comprobar el Rey que era efectivamente un hombre muy inteligente,
le propuso que viniera a Palacio para ser ... (ver texto completo)