Tranquila, Ciudadana, que normalmente no soy partidario...

Tranquila, Ciudadana, que normalmente no soy partidario de la tortura y menos con un reo mientras éste goce de la presunción de inocencia. Pero, en el caso de los asesinos de Marta del Castillo, convictos y confesos, el caso clama al cielo. Ha quedado claro que han sido inútiles todos los métodos blandos y estériles de las "lumbreras" de la jurisprudencia. Esos cínicos desalmados no han soltado prenda, para amargura de los pobres padres de la asesinada, que no podrán, por lo menos, enterrar a su hija, y que han sufrido la enorme decepción de un veredicto canallesco. Bien, las cosas están como están. Si tú fueras la madre y vieras el cachondeo de una repudiable Justicia ¿tendrías Alma para hacerlo? Sé sincera.
Saludos amistosos.