El tripartito de centroderecha suma 63.000 votos más que PSOE y Podemos pero tiene 16 escaños menos.
M. A. Ruiz Coll 29/04/2019.06:53.
Los tres partidos que forman el bloque constitucionalista de centroderecha (PP, Ciudadanos y Vox) han obtenido 63.236 votos más que la suma de PSOE y Podemos. Y sin embargo, el bloque de izquierdas ha obtenido 16 escaños más, debido a que la aplicación de la Ley D’Hont ha penalizado especialmente la división del voto entre las fuerzas de centroderecha.
El bloque de izquierdas (PSOE, Podemos y su sucursal catalana En Comú Podem) ha sumado 11.213.684 votos, que se han traducido en 165 escaños. En el bloque del centroderecha constitucionalista, PP, Cs y Vox han sumado 11.276.920 votos, que se han traducido en sólo 149 escaños. Esta cifra incluye los 107.124 votos y dos escaños de Navarra Suma, la coalición en la que se han integrado Unión del Pueblo Navarro (UPN), PP y Cs.
Pero además del efecto distorsionador que supone la aplicación de la Ley D’Hont en las distintas circunscripciones, el Gobierno de Pedro Sánchez cuenta con el apoyo de buena parte de los partidos nacionalistas e independentistas, que durante los últimos 10 meses han sido sus principales aliados.
Y este es el árbitro que juega a favor de los socialistas: ERC, Junts per Catalunya, el PNV, Bildu y Compromís suman 2.338.070 votos, que se han traducido en 33 diputados abiertamente enfrentados a la Constitución (con el 99,93% del escrutinio). El incremento de la participación en Cataluña y País Vasco se ha debido, en buena medida, a la movilización de este sector de la población.
Vox se estrella contra la Ley D’Hont.
La actual Ley Electoral no sólo ha penalizado al bloque de centroderecha, sino también a algunas opciones minoritarias. El escaño más caro ha sido el único que ha obtenido Compromís al Congreso de los Diputados: le ha costado 172.751 votos. Un pésimo negocio. Lo del Pacma es aún más trágico: no ha obtenido ningún escaño pese a sumar 326.045 votos en toda España.
El segundo partido más penalizado ha sido Vox: cada uno de sus 24 escaños le ha costado una media de 111.409 votos. La división del centroderecha en tres formaciones políticas explica, en buena medida, la debacle del PP y el tímido resultado de Vox (obtiene sólo 34 escaños pese a recibir 2.677.173 votos).
En la izquierda, la llamada de Pedro Sánchez al voto útil ha castigado especialmente a Podemos: cada uno de sus 35 escaños le ha costado una media de 88.980 votos. El precio ha sido muy similar para su confluencia catalana En Comú Podem: cada uno de sus siete escaños le ha costado una media de 87.793 votos.
En el extremo opuesto se encuentra el PRC, el partido del presidente Miguel Ángel Revilla: ha conseguido un escaño con tan sólo 52.197 votos. También en este caso se ha visto beneficiado por la fuerte división del centroderecha en Cantabria.
Premio para los independentistas.
El ganador de las elecciones, el PSOE, se ha visto favorecido por la aplicación de la Ley D’Hont, que prima a las mayorías: cada uno de sus 123 escaños le ha costado una media de 60.756 votos. Al PP cada escaño al Congreso le ha costado 65.913 papeletas.
Gracias a la actual Ley Electoral, ser nacionalista e independentista (con el voto concentrado en un pequeño número de circunscripciones) siempre es un gran negocio: a Bildu cada escaño le ha costado 64.710 votos, al PNV 65.771, a ERC 67.675 papeletas y a Junts per Catalunya 71.076. En cambio, a Ciudadanos (que se ha encaramado hasta la tercera posición a nivel nacional) cada escaño le ha costado 72.475 votos.
M. A. Ruiz Coll 29/04/2019.06:53.
Los tres partidos que forman el bloque constitucionalista de centroderecha (PP, Ciudadanos y Vox) han obtenido 63.236 votos más que la suma de PSOE y Podemos. Y sin embargo, el bloque de izquierdas ha obtenido 16 escaños más, debido a que la aplicación de la Ley D’Hont ha penalizado especialmente la división del voto entre las fuerzas de centroderecha.
El bloque de izquierdas (PSOE, Podemos y su sucursal catalana En Comú Podem) ha sumado 11.213.684 votos, que se han traducido en 165 escaños. En el bloque del centroderecha constitucionalista, PP, Cs y Vox han sumado 11.276.920 votos, que se han traducido en sólo 149 escaños. Esta cifra incluye los 107.124 votos y dos escaños de Navarra Suma, la coalición en la que se han integrado Unión del Pueblo Navarro (UPN), PP y Cs.
Pero además del efecto distorsionador que supone la aplicación de la Ley D’Hont en las distintas circunscripciones, el Gobierno de Pedro Sánchez cuenta con el apoyo de buena parte de los partidos nacionalistas e independentistas, que durante los últimos 10 meses han sido sus principales aliados.
Y este es el árbitro que juega a favor de los socialistas: ERC, Junts per Catalunya, el PNV, Bildu y Compromís suman 2.338.070 votos, que se han traducido en 33 diputados abiertamente enfrentados a la Constitución (con el 99,93% del escrutinio). El incremento de la participación en Cataluña y País Vasco se ha debido, en buena medida, a la movilización de este sector de la población.
Vox se estrella contra la Ley D’Hont.
La actual Ley Electoral no sólo ha penalizado al bloque de centroderecha, sino también a algunas opciones minoritarias. El escaño más caro ha sido el único que ha obtenido Compromís al Congreso de los Diputados: le ha costado 172.751 votos. Un pésimo negocio. Lo del Pacma es aún más trágico: no ha obtenido ningún escaño pese a sumar 326.045 votos en toda España.
El segundo partido más penalizado ha sido Vox: cada uno de sus 24 escaños le ha costado una media de 111.409 votos. La división del centroderecha en tres formaciones políticas explica, en buena medida, la debacle del PP y el tímido resultado de Vox (obtiene sólo 34 escaños pese a recibir 2.677.173 votos).
En la izquierda, la llamada de Pedro Sánchez al voto útil ha castigado especialmente a Podemos: cada uno de sus 35 escaños le ha costado una media de 88.980 votos. El precio ha sido muy similar para su confluencia catalana En Comú Podem: cada uno de sus siete escaños le ha costado una media de 87.793 votos.
En el extremo opuesto se encuentra el PRC, el partido del presidente Miguel Ángel Revilla: ha conseguido un escaño con tan sólo 52.197 votos. También en este caso se ha visto beneficiado por la fuerte división del centroderecha en Cantabria.
Premio para los independentistas.
El ganador de las elecciones, el PSOE, se ha visto favorecido por la aplicación de la Ley D’Hont, que prima a las mayorías: cada uno de sus 123 escaños le ha costado una media de 60.756 votos. Al PP cada escaño al Congreso le ha costado 65.913 papeletas.
Gracias a la actual Ley Electoral, ser nacionalista e independentista (con el voto concentrado en un pequeño número de circunscripciones) siempre es un gran negocio: a Bildu cada escaño le ha costado 64.710 votos, al PNV 65.771, a ERC 67.675 papeletas y a Junts per Catalunya 71.076. En cambio, a Ciudadanos (que se ha encaramado hasta la tercera posición a nivel nacional) cada escaño le ha costado 72.475 votos.