El centro derecha se hace con Madrid y frena el tsunami socialista.
ALBERTO PÉREZ GIMÉNEZ.
Pedro Sánchez sabía que estas elecciones municipales y autonómicas eran la segunda vuelta de las generales del pasado 28 de abril.
De ellas dependían las condiciones de la investidura en Moncloa del nuevo presidente. Y lo que estuvo a punto de ser una victoria arrasadora se ha convertido —por el fiasco de Pablo Iglesias y su guerra con Manuela Carmena e Íñigo Errejón en Madrid— en un enorme resultado con sabor amargo.
ALBERTO PÉREZ GIMÉNEZ.
Pedro Sánchez sabía que estas elecciones municipales y autonómicas eran la segunda vuelta de las generales del pasado 28 de abril.
De ellas dependían las condiciones de la investidura en Moncloa del nuevo presidente. Y lo que estuvo a punto de ser una victoria arrasadora se ha convertido —por el fiasco de Pablo Iglesias y su guerra con Manuela Carmena e Íñigo Errejón en Madrid— en un enorme resultado con sabor amargo.