DESDE MI ATALAYA...

DESDE MI ATALAYA
LA ESCOLLERA
Es la Escollera un restaurante que yo tengo muy cerca de casa, en Estepona, en el puerto, junto a la playa, que ya para mi es como si fuera de la familia porque, todos los dias que puedo, lo visito al medio día para tomar una cervecita y nos finos con sus correspondientes tapitas.
Esto empezó hace ya muchos años, quince, cuando vinimos a vivir a este bonito y acogedor pueblo malagueño. Como pasábamos por medio de él para bañarnos era casi obligado, a la vuelta, parar para refrescarnos y tomar una copa. Esto luego se complicó porque cuando terminaba la temporada de baños, yo que lo tengo a 100 metros de mi apartamento, aprovechaba la hora del medio día para acercarme y seguir tomando la copa, que al ir solo, sin mi señora, ya no era una sino dos o tres con las cuales volvía eufórico y todo contento a comer a casa.
Resulta pues que yo tango una gran amistad con los dueños y sus familia, son dos, con los empleados y hasta con la gente de la cocina que me atienden, me saludan y me tratan con todo el cariño del mundo.
Ya he conocido que esto empezó siendo una pequeña taberna de puerto, hace más de 75 años, y que con el tiempo dos de los camareros a la muerte del jefe se hicieron cargo del negocio alquilando a la viuda la explotación del mismo, del cual es dueño absoluto la Junta de Andalucía y la Consejería de Puertos, que en cualquier momento pueden decidir prohibir su explotación.
Lo cierto es que hoy, por hoy, es uno de los restaurantes más visitados y valorados en Estepona y yo diría, el que sirve mejor y más rápido de todo el pueblo, siendo tanta la afluencia de clientes que seguramente hay días en los que el número de comensales pasará del millar.
Yo desde luego tengo toda clase de elogios y de respeto por esta gente desde Carlos el que controla la entrada y salida de vehículos hasta Charli, uno de los jefes, José Mari hijo y representante del otro jefe, su madre Ana que se baña con nosotros, los camareros Diego y Carlos, la chica polaca Justy, y todo el personal que me hacen pasar unos ratos muy agradables entre ellos.
Yo os recomiendo que si venís por Estepona no dejéis de visitarlo y entre sus muchas exquisiteces yo os diría que probéis sus gambas cocidas, sus anchoas y su pata negra, que son sardinas rebozadas y adobadas. Eso es lo que yo suelo tomar cada día acompañado de una caña y dos copas de manzanilla. La verdad es que la Escollera es, toda ella, una auténtica pata negra.