Alguien turbó mi paz esa mañana,...

Alguien turbó mi paz esa mañana,
un rudo golpe en mi vida cristalina.
Alguien, y estalló el llanto en nuestro pueblo.
Hizo trizas su voz y su palabra,
irrumpió con un sonido hiriente
y me dejó pasmada en la ventana.

Por mas que las vecinas me apartaran,
no quise dejar de ver un ser desesperado.
Alguien se llevó la paz de nuestra plaza.
Si un día me encuentro con su sombra,
es seguro que lo rompo en mil pedazos.

Trozo a trozo volvió a ser de nuevo
un ser apacible, soñador y bueno.
Pero ya no pude nunca tener su imagen de antes
que rodó calle abajo desde un barranco insondable.
Si un día vuelve a mi ese fantoche, ese fantasma
que agazapado, entre las sombras aguardaba...

Ese día, lo cojo por el cuello y lo tiro plaza abajo
a pegar todos los cristales rotos que rodaron por la plaza.
Se rompió mi mundo soñoliento y me expulsó de mi pequeño paraíso.
Bastaba la risa, el llanto, la voz de la campana, el silencio
de la noche y la luz de la mañana.
No pedía mas mi pueblo, solo que lo acompañara.

Carmen García