Hola Noemí: ...

Noemí y María:

Me quedo con lo de la ventana. Teníamos una ventana que daba a la plaza en Ciruelos del Pinar, y en Madrid, todo el día con la luz eléctrica. ¡Qué tristeza! Y encima no estaban las voces de mis amigos y amigas; y solo el bullicio de la gente que venía a comprar, porque mis tíos eran tenderos.
Cuando nos íbamos, nuestra casa volvía a ser una trastienda nada mas. Y sin embargo, en el pueblo, la casa esperaba siempre a que se abriesen los cuarteles en marzo.
¡Cómo no voy a querer yo a los pueblos, si un día me dieron la vida!

Carmen guapa, mi próximo relato te lo voy a dedicar y será sobre el LAGO DE SANABRIA; UF, ¡QUE YUYO!

Hola Noemí:
me encanta que me lo dediques, visité El lago de Sanabria y me quedé pasmada. No por el Lago y el paisaje, realmente hermosos y dignos de ser contemplados con mucho tiempo; sino por la historias que encierran. Ahora comprendo, cómo la melancolía se arremolina en el fondo, cómo surge tanta tristeza... ¡Ay tantas almas y almitas ahí en las profundidades!
Besos y cuídate