LA NAVIDAD...

LA NAVIDAD

Es la Navidad la fiesta por excelencia para los cristianos porque en ella se celebra el nacimiento de Cristo que es también para todos los católicos el fundamento de su religión porque es el mismo Dios el que envía a su hijo al mundo para redimirnos del pecado y para traernos un mensaje de amor y de paz que debe ser el camino a seguir por todos sus fieles para alcanzar en le otra vida la salvación.

Esto era lo que aprendíamos nosotros en nuestras catequesis y en las clases de religión de nuestra época, hace muchos, muchos años. Y si lo miramos detenidamente no hay un mensaje más claro y más limpio que dar la propia vida para beneficio de los demás y mantener el amor y el perdón, para todos nuestros semejantes, incluidos nuestros enemigos, ya que ese es el comportamiento que se nos plantea “amar siempre a los demás como si fuésemos hermanos y “no hacer nunca a nadie nada que no quieras que te hagan a ti”.

Imaginaros que todos fuésemos capaces de hacer eso, para que querríamos la cárceles, si nadie delinquía, para que querríamos las armas si no habría peleas ni guerras, para que queríamos la justicia si todos respetaban la ley. AMOR, AYUDA, RESPETO, GENEROSIDAD, PAZ, Estos serian los pilares que sustentarían nuestra convivencia.

Pero esto es muy difícil, esto parece imposible, solo lo alcanzan los Santos y esos son bien pocos. Es verdad, somos humanos, tenemos infinidad de defectos, somo pecadores, pero merece la pena hacer lo que podamos, caminar con buenos pasos, tratar de imitar a Jesucristo, nuestro Maestro y cuando caigamos levantarnos y tratar de rectificar aquello que no fuimos capaces de hacer bien.
Y eso solo por la satisfacción que nos daría cada día el haber intentado ayudar a los demás, los más necesitados, los más humildes, justificaría que perteneciéramos a esa doctrina de amor y de perdón que sería la solución de todos nuestros problemas.

Bueno ya hoy me ha dejado llevar por mi condición de maestro, aunque jubilado, y perdonadme que os haya dado esta clase de religión pero la verdad es que yo me siento católico malo, pero católico, y hoy me sentía en mi salsa. Aunque la verdad es que un Belén es algo tan nuestro, tan tierno, tan entrañable, que seamos o no cristianos nos sentimos muy identificados con José, María el Niño, los pastorcillos, el ángel, la mula el buey y los Reyes Magos, porque tienen mucho más enjundia que el Papa Noel con su barba su saquito y su árbol navideño, pero ojo que esto es la competencia ya lo tonto a lo tonto nos está comiendo el terreno.

De todas formas amor, solidaridad y ayuda a todo el necesitado en estas fiestas y que el Niño Dios nos ayude a solucionar nuestros problemas. FELIZ NAVIDAD.