A RECORDAR...
A recordar, bellos días: A recordar, tiempos tronchados; a recordar como te asomaste toda entera, a las flores de amor brotando.
Quedate de tu e vibras, cuando vienes, cuando me abrazas, cuando me hablas con voz queda.. Quedate en el instante que los dos buscamos cuando manos arrullaban manos, cuando avanzaban en cuerpos en su grito enamorado... Seguramente has recordado mil veces, los altos chopos testigos, de nuestro aliento abrazado a suspiros de gargantas. he regresado mas de una vez en busca de recuerdos. Bajo el viejo chopo he saludado a la tarde primera y a la tarde del adiós después de que mi mirada te haya buscado por el sendero entre zarzas. Sobre el tronco del chopo, he recostado mi tristeza para luego dibujarme alas y regresar a ser aquel muchacho, tímido que beso tus labios, que beso tus senos que se asomó a tu cuerpo, porque tal vez flotaban invisibles brisas tibias.
Hoy pueblan sombras, los zarzales y un viento ronco ha espantado ruiseñores, pasa y dice: no esperes, ni chopos ní álamos se vestirán de aquella alegría, de cuando labios buscaban labios.! Ah las distancias. A el camino, largo, vivido sin que amanecieran junto al molino otras floridas primaveras.
Las zarzas han borrado el sendero, por que que corríamos en busca de lirios. El molino calla sus ruinas; el paso del tienpo también le ha herido
! Si acaso vinieras! Sigue golpeando mi soledad, el gran silencio, Si acaso estuvieras. Si acaso tus ojos me miraran. Si acaso aún me amaras. Si acaso finalizara este silencio, este destierro del que se me antoja han pasado mil años.... Me lo dice el espejo donde me miro.: Mil años amando el rincón entre zarzales. Mil años:! Que gran milagro pese a ser como puñales los recuerdos.
Siempre y para siempre... ¿Cuantas veces pronunciamos esta palabras? Allí donde velé mientras dormías, es solo un silencio, que me lleva hasta el día que cantaron los últimos pájaros.
Pájaros que se han callado, pero no el recuerdo que insiste preguntando: ¿habrá benido alguna vez para desde sus ojos azules fijarlos en el lugar que la adoraban los míos? Conservará su lida cabellera, o el tiempo la ha destriuído como al viejo molino?
Regreso y mientras atravieso el puente., creo sentí su mano en la mía. Ha sido solo un instante, al otro lado, me envuelve el silencio de siempre.. Silencio de nieve es también la hilera de olmos.
A lo lejos un adolescente me saluda. Le pronuncia palabras de entonces.. Luego nada. Todo poniente. Aparece el silencio. Mi recuerdo tiene alas... amiga del alma.
A recordar, bellos días: A recordar, tiempos tronchados; a recordar como te asomaste toda entera, a las flores de amor brotando.
Quedate de tu e vibras, cuando vienes, cuando me abrazas, cuando me hablas con voz queda.. Quedate en el instante que los dos buscamos cuando manos arrullaban manos, cuando avanzaban en cuerpos en su grito enamorado... Seguramente has recordado mil veces, los altos chopos testigos, de nuestro aliento abrazado a suspiros de gargantas. he regresado mas de una vez en busca de recuerdos. Bajo el viejo chopo he saludado a la tarde primera y a la tarde del adiós después de que mi mirada te haya buscado por el sendero entre zarzas. Sobre el tronco del chopo, he recostado mi tristeza para luego dibujarme alas y regresar a ser aquel muchacho, tímido que beso tus labios, que beso tus senos que se asomó a tu cuerpo, porque tal vez flotaban invisibles brisas tibias.
Hoy pueblan sombras, los zarzales y un viento ronco ha espantado ruiseñores, pasa y dice: no esperes, ni chopos ní álamos se vestirán de aquella alegría, de cuando labios buscaban labios.! Ah las distancias. A el camino, largo, vivido sin que amanecieran junto al molino otras floridas primaveras.
Las zarzas han borrado el sendero, por que que corríamos en busca de lirios. El molino calla sus ruinas; el paso del tienpo también le ha herido
! Si acaso vinieras! Sigue golpeando mi soledad, el gran silencio, Si acaso estuvieras. Si acaso tus ojos me miraran. Si acaso aún me amaras. Si acaso finalizara este silencio, este destierro del que se me antoja han pasado mil años.... Me lo dice el espejo donde me miro.: Mil años amando el rincón entre zarzales. Mil años:! Que gran milagro pese a ser como puñales los recuerdos.
Siempre y para siempre... ¿Cuantas veces pronunciamos esta palabras? Allí donde velé mientras dormías, es solo un silencio, que me lleva hasta el día que cantaron los últimos pájaros.
Pájaros que se han callado, pero no el recuerdo que insiste preguntando: ¿habrá benido alguna vez para desde sus ojos azules fijarlos en el lugar que la adoraban los míos? Conservará su lida cabellera, o el tiempo la ha destriuído como al viejo molino?
Regreso y mientras atravieso el puente., creo sentí su mano en la mía. Ha sido solo un instante, al otro lado, me envuelve el silencio de siempre.. Silencio de nieve es también la hilera de olmos.
A lo lejos un adolescente me saluda. Le pronuncia palabras de entonces.. Luego nada. Todo poniente. Aparece el silencio. Mi recuerdo tiene alas... amiga del alma.