cabrero-dos
no comparemos los tiempos porque ahora no pasa eso en los pueblos, puesto que tienes las casas abandonadas por falta de personal que se an tenido que ir alas capitales para poder vivir por falta de buenas administraciones especial mente en ANDALUCIA y que no SEVE mejorías sino al contrario cada DIA peor menos mal que pedro SANCHEZ lo va a reglar con ayuda de zapatero baya par de zapatos estamos arreglados los ESPAŃOLES que dios nos tenga en cuenta un saludo desde AUSTRALIA
no comparemos los tiempos porque ahora no pasa eso en los pueblos, puesto que tienes las casas abandonadas por falta de personal que se an tenido que ir alas capitales para poder vivir por falta de buenas administraciones especial mente en ANDALUCIA y que no SEVE mejorías sino al contrario cada DIA peor menos mal que pedro SANCHEZ lo va a reglar con ayuda de zapatero baya par de zapatos estamos arreglados los ESPAŃOLES que dios nos tenga en cuenta un saludo desde AUSTRALIA
Buenos días, Francisco:
Desde luego que no, no los comparo, al contrario las diferencias son enormes: la gente puede vivir bien, las casas son buenas y abundantes,
las calles están asfaltadas y con buenas aceras, el agua corriente en las casas, el servicio médico, la educación (escuelas e institutos),
subvenciones del Estado (PER) y muchas cosas más.
Personalmente no creo en las subvenciones del Estado, creo más en el trabajo y en la creación de un futuro más ilusionante para la juventud y también creo más en la empresa privada que en los parches mal avenidos de las Comunidades Autonómicas, sobre todo en la formación profesional, que nuevamente confío más en la privada que en la pública. En fin son ideas que, sin restar derechos a la población quizá funcionarían mejor (más barato, más eficiente y más actual) si se ocupara el sector privado.
Un saludo
Desde luego que no, no los comparo, al contrario las diferencias son enormes: la gente puede vivir bien, las casas son buenas y abundantes,
las calles están asfaltadas y con buenas aceras, el agua corriente en las casas, el servicio médico, la educación (escuelas e institutos),
subvenciones del Estado (PER) y muchas cosas más.
Personalmente no creo en las subvenciones del Estado, creo más en el trabajo y en la creación de un futuro más ilusionante para la juventud y también creo más en la empresa privada que en los parches mal avenidos de las Comunidades Autonómicas, sobre todo en la formación profesional, que nuevamente confío más en la privada que en la pública. En fin son ideas que, sin restar derechos a la población quizá funcionarían mejor (más barato, más eficiente y más actual) si se ocupara el sector privado.
Un saludo