Cabrero, pues creo que es a la mayoría de la IZQUIERDA...

No sé por qué hoy en día la gente encuentra dificultad para declararse patriota. En cambio, declararse antipatriota es sencillo y se oye a cada paso. En el último debate del Congreso, me ha parecido entender que algunos políticos mostraban síntomas de urticaria cuando alguien intentaba hablar sobre los asuntos propios de la nación. Es como si hubiésemos renunciado a la patria común, como si España fuera un solar disponible para ser ocupado por cualquiera, como si a nadie le importara.

El caso es que la mayoría de los españoles, individualmente, son patriotas y defienden la idea de nación española. ¿Entonces, qué ocurre?

No voy a aburrir a nadie explicando lo que ocurre, porque todo el mundo lo sabe, sin embargo creo que esta actitud nos conduce directamente a desentendernos de todo y dejar que pase lo que tenga que pasar. Es decir: al abandono de nuestros derechos como ciudadanos y de nuestra unidad nacional. Creo que no debemos consentirlo y mucho menos tirar la toalla. Pero lo mismo que hoy en día cunde el pesimismo y el abandono, podría, ante el peligro inminente, surgir el fenómeno contrario, que tal vez sería más natural y comprensible.

Cabrero, pues creo que es a la mayoría de la IZQUIERDA los que tienen urticaria a declararse PATRIOTA, o sea son la mayoría, solo hay que echar un vistazo a cualquier cosa que trate de ello, a los que pensamos diferente y decimos que somos patriotas no llaman (fachas), ¡vamos una pena!
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Mira tú por donde, no sabía yo que el PNV o CIU eran de izquierda.

En fin, se oye cada cosa, que muchas veces no me extraña que ante ciertas "aseveraciones" totalmente indocumentadas dé cierto "reparo" tener los mismos sentimientos patriotas, no son patriotas para nada, ni nunca lo han sido, los que se creen dueños de la patria y no servidores de la misma o los que en base a sus ideas también se creen los dueños del patio.

Saludos.
Hola Triana: Cuando no se acepta la ideología de los demás y se quiere imponer la propia mediante subterfugios, el resultado se traduce como falta de respeto e intolerancia. Creo que no hay suficientes argumentos para involucrar a toda la izquierda en esos hechos, no obstante, al partido socialista se le presenta otra oportunidad de mostrar su tradicional posición de equilibrio, para que las cosas no se desmadren y volvamos a los años del primer tercio del siglo XX. Yo al menos eso pienso.

Un ... (ver texto completo)