ROSALÍ. En efecto, para los que vivimos en aquellos...

RECUERDO DE MI PRIMERA COMUNIÓN.

Era sábado y víspera de mi primera comunión. Días antes, mi madre me compró ropa. Mi traje era de color azul marino con todo lo que conlleva: adornos, crucifijos, guantes blancos, zapatos de charol... Bueno, diría mi madre, un día es un día y haciendo malabarismos se gastó un dinero necesario para otras cosas, pero no importaba nada, la primera comunión requiere esos actos y protocolos.

Por la noche me duché de arriba a abajo. El domingo me puse mi traje de primera comunión y me dirigí al Colegio, donde me esperaba el Sr. Director y el resto de mis compañeros. Partimos hacia la iglesia, hacia la catedral y en unos minutos nos encontramos ante sus puertas. El señor párroco -creo que fue el obispo-, nos dice que entremos y nosotros lo hacemos con suma alegría.

El religioso dice la Santa Misa. Todos escuchamos en silencio; más tarde, hace un gesto indicando que los niños que han de hacer la primera comunión, pasen al altar. Un monaguillo trae un reclinatorio en el que tenemos que arrodillarnos y el sacerdote nos va dando la Sagrada Hostia. Termina la ceremonia con un juramento expreso: RENUNCIO A SATANÁS, A SUS POMPAS Y A SUS OBRAS Y ME ENTRGO A JESUCRISTO Y A SU IGLESIA PARA SIEMPRE. Terminada la ceremonia nos disponemos a ir a cas y allí invito a unos cuantos amigos de mi edad a tomar chocolate con galletas. Más tarde, reparto postales de gran tamaño para los mayores y menores para los más chicos. Es de noche. El día de mi Primera comunión ha pasado, pero su recuerdo y el de todos los que me ayudaron a vivir horas tan felices continúan en mí.

Ángel que recuerdo tan bonito, yo también lo tengo en mi memoria, por un problema familiar llegué la última, y mi pareja fue otra niña, y a mi me hubiera gustado un chico, esto como anécdota.

ROSALÍ. En efecto, para los que vivimos en aquellos tiempos, el hacer la primera comunión era un día de alegría. La vida es así, hay días tristes y otros llenos de felicidad. La Primera Comunión está dentro de los días felices.

Un saludo.