AMANCIO...

AMANCIO
Ahora cuando uno utiliza un autobús o un tranvía solo ve a un conductor que es el encargado de cobrar los billetes, de conducir y de atender e informar a la gente, antiguamente tanto en este tipo de vehículos como en los camiones era obligado que existiera un ayudante del conductor, que le acompañaba siempre y era el encargado de hacer esos menesteres y al mismo tiempo de la carga y descarga de equipajes y de los paquetes transporlados.
Esto daba muchos puestos de trabajo que hoy día se están ahorrando con la existencia de unas máquinas que el progreso inventó para sustituir al hombre que le quitan el trato humano al servicio y han hecho que el paro se haya enquistado en nuestra sociedad y convertido en uno de los problemas más acuciantes y dolorosos con los que el trabajador se tiene que enfrentar.
Cierto es también que eso hizo que el gobierno tuviera que establecer unos subsidios de desempleo que en parte palían la necesidad de millones de hogares para poder subsistir y sacar adelante las necesidades principales de sus familias.
Eso sucedía en Fuensanta, en los años 60, con un acompañante de la linea de autobuses de Fuensanta a Martos entonces regentada por los hermanos Collado que se llamaba Amancio.
Amancio era muy famoso en Fuensanta porque era amigo de todo el mundo, era abierto, dicharachero, gracioso y simpático y fue en excelente ayudante de conductor durante muchos años en nuestro pueblo.
Vivía en la calle Jaén al lado de Manolo el del Casino, tuvo una hija a la que veo con frecuencia por Facebook y que aprovecho para mandarle un abrazo muy fuerte. La familia se marchó a Porcuna, yo creo que por traslado de su trabajo, al cambiar de titular la empresa que quiero recordar fue adquirida por la de Ureña con sede en Jaén.
Amancio era todo un personaje en Fuensanta, todo el mundo le conocía y a todos él le daba bromas y conversación. Ya en Porcuna siguió viniendo muchos años con frecuencia a Fuensanta para ver a sus paisanos y por supuesto a su mejor amigo José Lara, el de la Caja Rural, que siempre fueron inseparables y que tantos años estuvieron ligando juntos, bien en el bar de Antonio el Pollo, o bien en la Mohina en la granja que Pepe mantenía en aquella zona.
Yo la última vez que le vi fue en Martos en la boda de Susana, la hija de Pepe, se que ya hace años falleció pero mi recuerdo hoy para es te gran fuensanteño que siempre dió ejemplo de su amor a Fuensanta y a sus paisanos y a sus amigos todos los fuensanteños.