Estrofas literarias
Oigo, amiga, tu reflexión, y escucho el triste sonar que forman, velando al muerto, la campana y el esquilón; sobre su coraza de pino, miro flotantes los crespones, y oigo alzarse otras versiones en estrofas funerarias, lanzando al viento las plegarias, y entonando con mucho arte las canciones literarias.
Lloran, porque le ofendieron al tocarle los cataplines en asunto de religión, ¡a ti, a quien siempre temieron y que tu gloria nunca alcanzaron; a ti, a quien se inclinaron los mundos, y de zona a zona engañaron; a ti, soberbia matrona, que, libre ya del yugo, ya no tienes más verdugo que no sea tu Dios.!
Vuela con rápidas alas esta mente mía, allí donde el sepulcro se eleva y en lo más alto, deposito mi valentía.
Dejaré que el recuerdo me asombre, abriré la historia y que ella preste luz a mi memoria, mientras…que el mundo siga su paso, y que se canten los himnos sonoros en recuerdo de mi gloria, y si así, este mundo lo quiere, lanzome al combate y muero, que nadie me vengará.
Descansaré en esta tumba, como valiente guerrero, y alzaré mi rostro altanero para que, hasta que el foro sucumba, no patee nadie esta tumba siendo él, extranjero.
Oigo, amiga, tu reflexión, y escucho el triste sonar que forman, velando al muerto, la campana y el esquilón; sobre su coraza de pino, miro flotantes los crespones, y oigo alzarse otras versiones en estrofas funerarias, lanzando al viento las plegarias, y entonando con mucho arte las canciones literarias.
Lloran, porque le ofendieron al tocarle los cataplines en asunto de religión, ¡a ti, a quien siempre temieron y que tu gloria nunca alcanzaron; a ti, a quien se inclinaron los mundos, y de zona a zona engañaron; a ti, soberbia matrona, que, libre ya del yugo, ya no tienes más verdugo que no sea tu Dios.!
Vuela con rápidas alas esta mente mía, allí donde el sepulcro se eleva y en lo más alto, deposito mi valentía.
Dejaré que el recuerdo me asombre, abriré la historia y que ella preste luz a mi memoria, mientras…que el mundo siga su paso, y que se canten los himnos sonoros en recuerdo de mi gloria, y si así, este mundo lo quiere, lanzome al combate y muero, que nadie me vengará.
Descansaré en esta tumba, como valiente guerrero, y alzaré mi rostro altanero para que, hasta que el foro sucumba, no patee nadie esta tumba siendo él, extranjero.