NOCHE DE BOHEMIA VIVIDA EN LA SECA
No sé cuántos años hace
de aquella noche famosa,
hoy parece que renace
al ser bonita y dichosa.
Mas de treinta años pasaron
en aquel Bar tan Hidalgo,
muchos versos se encontraron
por aquel camino largo.
“Juventud divino tesoro
te vas para no volver,
cuando quiero llorar no lloro
y a veces lloro sin querer”.
Versos de los emigrantes
que nos fuimos de mi Villa,
sin sentirnos arrogantes
éramos gente sencilla.
Machado, Rubén Darío,
Miguel Hernández, Quevedo.
nadie pasaba calvario
ni se aferraba a su credo.
Una voz clamo en la noche
con un muy sentido verso,
era sombra de un reproche
de algún caminar muy tenso.
“Fueron sus risas, sus bailes
y sus carcajadas mil,
puñaladas en el alma,
puñaladas para mí,
de las cuales llevo dentro
la imborrable cicatriz”.
La noche se fue marchando,
mientras La Luna brillaba,
el Bar le fueron cerrando
y hasta el dueño se apuntaba.
Aquel grupo de personas
quizá fueron más de diez,
ocupaban ciertas zonas
y hoy todos tendrán vejez.
Algunos que se marcharon
para nunca más volver,
sobre La Seca dejaron
una noche de placer.
G X Cantalapiedra.
No sé cuántos años hace
de aquella noche famosa,
hoy parece que renace
al ser bonita y dichosa.
Mas de treinta años pasaron
en aquel Bar tan Hidalgo,
muchos versos se encontraron
por aquel camino largo.
“Juventud divino tesoro
te vas para no volver,
cuando quiero llorar no lloro
y a veces lloro sin querer”.
Versos de los emigrantes
que nos fuimos de mi Villa,
sin sentirnos arrogantes
éramos gente sencilla.
Machado, Rubén Darío,
Miguel Hernández, Quevedo.
nadie pasaba calvario
ni se aferraba a su credo.
Una voz clamo en la noche
con un muy sentido verso,
era sombra de un reproche
de algún caminar muy tenso.
“Fueron sus risas, sus bailes
y sus carcajadas mil,
puñaladas en el alma,
puñaladas para mí,
de las cuales llevo dentro
la imborrable cicatriz”.
La noche se fue marchando,
mientras La Luna brillaba,
el Bar le fueron cerrando
y hasta el dueño se apuntaba.
Aquel grupo de personas
quizá fueron más de diez,
ocupaban ciertas zonas
y hoy todos tendrán vejez.
Algunos que se marcharon
para nunca más volver,
sobre La Seca dejaron
una noche de placer.
G X Cantalapiedra.