LA COSTA TROPICAL (Continua el viaje del IMSERSO)
Costa tropical es el nombre que recibe la costa granadina, debido a la aceptación y desarrollo en esa zona de toda clase de plantas originales de los trópicos como son: el mango, la chirimoya y el aguacate que se vienen cultivando desde los últimos 50 años, en plan de explotaciones masivas, y que han convertido esta nueva forma de dedicar la tierra a estos frutos tropicales tan sabrosos en una de sus principales riquezas.
Hoy nos hemos dedicado a recorrerla y a visitar lo más importante de sus pueblos más significativos como Salobreña y Almuñécar, llegando hasta Nerja, que ya pertenece a Málaga, y finalizando con una visita a Frigiliana, pueblo del interior malagueño uno de los más bonitos de España, en su género.
Nos ha hecho un día magnífico, con un sol casi veraniego y aunque ha sido una jornada de mucho andar, subir y bajar cuestas y escaleras, al final hemos llegado al hotel cansados pero muy contentos porque el viaje ha sido muy satisfactorio.
Visitamos primero Salobreña que nos ha ofrecido un magnífico castillo nazarí, totalmente reconstruido y que ha sido el primer esfuerzo porque llegar hasta él desde la playa nos ha costado subir a 75 ms de altitud, andando por rampas y escaleras, que significan que ese esfuerzo es similar a ascender por 375 peldaños de 20 cts. de altura o sea el equivalente en subir y bajar las escaleras de un edificio de 15 pisos. Mereció la pena por llegar a pasear dentro de aquellas piedras de 700 años de antigüedad y disfrutar de las vistas que desde allí teníamos además de las ventajas saludables de aquel esfuerzo.
Luego nos trasladamos hasta Almuñécar tal vez el más importan, en el aspecto de producción agrícola de estos frutos tropicales, y el más grande y con mejor desarrollo turístico de toda la costa granadina, dando un paseo por su centro y por su playa llenas de belleza y de atractivo turístico.
De allí pasamos a la malagueña Nerja, visitando el barco de Chanquete de aquella famosa serie de TVE y el recinto donde se enumera el título de los distintos capítulos que la componían.
De allí subimos a comer a un restaurante que hay junto a sus famosas cuevas, una vez terminada la comida, los que quisieron y no las habían visto se quedaron allí para visitarlas y el resto, entre los cuales nos encontrábamos Laly y yo, nos trasladamos a Frigiliana bello pueblo de la sierra malagueña con eliminadas calles, blancas llenas de encanto y de empinadas cuestas y escalones, perfectamente embellecidas por un pavimento original, de estilo árabe, construido con piedras redondas y pequeñas, blancas y negras, que convierten el entorno de una alfombra prodigiosa de belleza muy especial. Tras un largo paseo por la Calle Real, la más larga y más normal del pueblo, hicimos un recorrido por toda la ciudad subidos en un trenecito de estos que el turismo ha introducido en la ciudades para facilitar el recorrido por ellas de sus visitantes.
Bello en verdad este entrono que merece la pena visitar.
Terminado el recorrido cogimos el autobús, recogimos a los de Nerja y volvimos al hotel, tras 12 horas de excursión, cansados pero muy felices por todo lo que en ella habíamos visto y disfrutado.
Mañana seguiremos con la tarea turística.
Costa tropical es el nombre que recibe la costa granadina, debido a la aceptación y desarrollo en esa zona de toda clase de plantas originales de los trópicos como son: el mango, la chirimoya y el aguacate que se vienen cultivando desde los últimos 50 años, en plan de explotaciones masivas, y que han convertido esta nueva forma de dedicar la tierra a estos frutos tropicales tan sabrosos en una de sus principales riquezas.
Hoy nos hemos dedicado a recorrerla y a visitar lo más importante de sus pueblos más significativos como Salobreña y Almuñécar, llegando hasta Nerja, que ya pertenece a Málaga, y finalizando con una visita a Frigiliana, pueblo del interior malagueño uno de los más bonitos de España, en su género.
Nos ha hecho un día magnífico, con un sol casi veraniego y aunque ha sido una jornada de mucho andar, subir y bajar cuestas y escaleras, al final hemos llegado al hotel cansados pero muy contentos porque el viaje ha sido muy satisfactorio.
Visitamos primero Salobreña que nos ha ofrecido un magnífico castillo nazarí, totalmente reconstruido y que ha sido el primer esfuerzo porque llegar hasta él desde la playa nos ha costado subir a 75 ms de altitud, andando por rampas y escaleras, que significan que ese esfuerzo es similar a ascender por 375 peldaños de 20 cts. de altura o sea el equivalente en subir y bajar las escaleras de un edificio de 15 pisos. Mereció la pena por llegar a pasear dentro de aquellas piedras de 700 años de antigüedad y disfrutar de las vistas que desde allí teníamos además de las ventajas saludables de aquel esfuerzo.
Luego nos trasladamos hasta Almuñécar tal vez el más importan, en el aspecto de producción agrícola de estos frutos tropicales, y el más grande y con mejor desarrollo turístico de toda la costa granadina, dando un paseo por su centro y por su playa llenas de belleza y de atractivo turístico.
De allí pasamos a la malagueña Nerja, visitando el barco de Chanquete de aquella famosa serie de TVE y el recinto donde se enumera el título de los distintos capítulos que la componían.
De allí subimos a comer a un restaurante que hay junto a sus famosas cuevas, una vez terminada la comida, los que quisieron y no las habían visto se quedaron allí para visitarlas y el resto, entre los cuales nos encontrábamos Laly y yo, nos trasladamos a Frigiliana bello pueblo de la sierra malagueña con eliminadas calles, blancas llenas de encanto y de empinadas cuestas y escalones, perfectamente embellecidas por un pavimento original, de estilo árabe, construido con piedras redondas y pequeñas, blancas y negras, que convierten el entorno de una alfombra prodigiosa de belleza muy especial. Tras un largo paseo por la Calle Real, la más larga y más normal del pueblo, hicimos un recorrido por toda la ciudad subidos en un trenecito de estos que el turismo ha introducido en la ciudades para facilitar el recorrido por ellas de sus visitantes.
Bello en verdad este entrono que merece la pena visitar.
Terminado el recorrido cogimos el autobús, recogimos a los de Nerja y volvimos al hotel, tras 12 horas de excursión, cansados pero muy felices por todo lo que en ella habíamos visto y disfrutado.
Mañana seguiremos con la tarea turística.