AÑO NUEVO EN FAMILIA
LA NOCHE VIEJA tuvimos en mi casa de FUENSANTA la cena de fin de año y nos juntamos los 14 miembros de ni familia, mis tres hijos y sus cónyuges, mis siete nietos y nosotros dos, y creedme que hemos pasado unos momentos entrañables de esos que nunca se olvidan y que te hacen sentirte el ser más afortunado del mundo porque aunque tengamos problemas, como todos, tenemos una familia unida y eso es lo más grande que uno puede desear.
Cómo mis hijos están viviendo en distintos lugares cuando vienen las vacaciones nos reunimos en Fuensanta y los nietos que son de distintas edades, pero todos en edad escolar, se lo pasan bomba y montan unos fregados impresionantes, ayer por ejemplo, unos jugaban al fútbol en el piso con un peluche, los otros jugaban al escondite y luego, después de la cena y de las uvas, terminamos todos cantando y bailando hasta la madrugada.
Al día siguiente hemos aprovechado para seguir la fiesta de mi santo y el hijo mayor y los cumpleaños de dos de mis nietos y hemos estado todo el día juntos disfrutando de nuestra familia.
Comentaba yo con mi mujer, empezamos nosotros dos y fíjate por donde vamos hoy ya somos 14. Qué maravilla tener una familia unos hijos y unos nietos, cuantas gracias hemos de dar a Dios porque todos estén bien. Es lo más grande que un ser humano puede tener, la verdad es que también dan muchos problemas pero merece la pena ser padre y abuelo porque sin eso no somos nada. Por unas familias donde solo reine el amor y la paz.
LA NOCHE VIEJA tuvimos en mi casa de FUENSANTA la cena de fin de año y nos juntamos los 14 miembros de ni familia, mis tres hijos y sus cónyuges, mis siete nietos y nosotros dos, y creedme que hemos pasado unos momentos entrañables de esos que nunca se olvidan y que te hacen sentirte el ser más afortunado del mundo porque aunque tengamos problemas, como todos, tenemos una familia unida y eso es lo más grande que uno puede desear.
Cómo mis hijos están viviendo en distintos lugares cuando vienen las vacaciones nos reunimos en Fuensanta y los nietos que son de distintas edades, pero todos en edad escolar, se lo pasan bomba y montan unos fregados impresionantes, ayer por ejemplo, unos jugaban al fútbol en el piso con un peluche, los otros jugaban al escondite y luego, después de la cena y de las uvas, terminamos todos cantando y bailando hasta la madrugada.
Al día siguiente hemos aprovechado para seguir la fiesta de mi santo y el hijo mayor y los cumpleaños de dos de mis nietos y hemos estado todo el día juntos disfrutando de nuestra familia.
Comentaba yo con mi mujer, empezamos nosotros dos y fíjate por donde vamos hoy ya somos 14. Qué maravilla tener una familia unos hijos y unos nietos, cuantas gracias hemos de dar a Dios porque todos estén bien. Es lo más grande que un ser humano puede tener, la verdad es que también dan muchos problemas pero merece la pena ser padre y abuelo porque sin eso no somos nada. Por unas familias donde solo reine el amor y la paz.