Solo hace falta un lápiz, papel y dar vida a esas cosas...

Cobijado por el del cerro de la culebra, retando con sus canchos a la montaña, pedregoso y enfurruñao, hay un cacho de tierra llana, donde florecen margaritas y jaramagos, cardillos, ortigas y ceborronchas en veredas alfombradas de un verde igual al de su bandera, costeando las aguas entre cañaverales y retamas, el águila vigila, saltando de risco en risco, buscando carroña entre las morrás de la Morgaña, y en la cama del llano, tendido en la yerba, asfixiao y con fatiga se estiraja mi pueblo como si fuera un galgo, a la sombra del castillo. Blanco, bonito y cantarino, haciendo realidad sus cuentos de lobos en las noches oscuras, al frescor de los tamujos y las retamas, porqueros poblaban el valle, con sus chozas de jelechos y de monte cercando las parieras de los cochinos y los atajos qu'el arroyo deslinda con sus juguetones cantoneos, dando vida a su tierra húmeda, donde aparecen el perejil silvestre entre la yerba venenosa, tomillos y romeros, almaradú, jarancíos, brezos y jaras.

Esto sí es un escrito literario y coherente, sin recurrir a frases que no tienen sentido o ripios para rimar forzosamente carentes de contenido alguno.
Enhorabuena Juan 217, un gusto leerte, y agradecer tu respeto a la poesía, y al apartado.

Solo hace falta un lápiz, papel y dar vida a esas cosas que se aturrullan en la mente. Cervantes no llegó a estudios universitarios, pero fue tan intensa su vida, que para hacer un recuento de ella, hubiera necesitado dos. Casi toda su obra, es una copia de su vida, fiel reflejo es su Quijote, donde describe uno a uno sus andanzas por los caminos de la Mancha, llegando hasta sierra Morena, y describiendo con detalles sus aventuras desde la misma sierra hasta Barcelona. Su peculiar forma de escribirla lo convirtió en genio. Si no hubiera existido Cervantes, yo hubiera escrito El quijote, pero llegué tarde.