ERA UNA TARDE DE PRIMAVERA
Era una tarde de primavera, de esas que sale el sol y de vez en cuando llueve, no te deja caminar a gusto, sientes sobre tus espaldas los años que se van pasando, no quieres preguntar a nadie por qué la primavera deja estos días tan raros, Más sientes que las nubes a veces van como galopando, quieres mirar hacía el cielo, y todo para ti son misterios de la Madre Naturaleza, que cuando debe pensar que gana, nos deja sus delirios, Como humano me siento entre dudas, a veces los charcos del camino te dan por pensar, pero es lo mismo, no puedes aclarar nada, y caminas entre no saber que hacer y pararte en un lugar donde no te puedas mojar. Es la primavera normal, no esa primavera de calor y sequía, donde los cereales no levantan del suelo, y las viñas empiezan a brotar como si tuvieran pena. Necesitamos la lluvia placentera, que va regando los campos serenamente, sin esas grandes tormentas que todo lo arrasan, están los campos en muchas partes del mundo, con esa sequía que nos recuerda el año 1945, cuando en España se llamaba el año del hambre, fue el final de la segunda guerra mundial, las bombas caían sobre la Alemania nazi en trombas, y para colmo, las dos bombas atómicas en junio de aquel año, que según mis mayores me contaban, no llego a llover nada en todo el año, solamente amenazaba el día anterior con el famoso cacho de arco iris, llamado ampolla, que nunca daba soluciones, si acaso unas gotas que ni quitaron el polvo de los viñedos. Ahora mismo tenemos la guerra de Ucrania, que las bombas que lanzan son incluso mayores que las del final de la segunda guerra mundial, y las tenemos a parecida distancia, No lo sé si tendrá la sequía algo que ver con este cumulo de casualidades. O será el tan temido cambio climático, que en algunos lugares se ven crecer los desiertos, En España solo en Galicia se ve llover de vez en cuando, dicen algunos gallegos de los que yo pude hablar con ellos, que no llueve ni parecido a como lo hacía antes. Y eso que Galicia tiene el mar dándole la vuelta, y unas rías que parecen brazos del mar metidos entre verdes laderas, llenas de vegetación y arboledas. Espero que alguien que sepa estos misterios nos lo pueda explicar mejor. G X Cantalapiedra.
Era una tarde de primavera, de esas que sale el sol y de vez en cuando llueve, no te deja caminar a gusto, sientes sobre tus espaldas los años que se van pasando, no quieres preguntar a nadie por qué la primavera deja estos días tan raros, Más sientes que las nubes a veces van como galopando, quieres mirar hacía el cielo, y todo para ti son misterios de la Madre Naturaleza, que cuando debe pensar que gana, nos deja sus delirios, Como humano me siento entre dudas, a veces los charcos del camino te dan por pensar, pero es lo mismo, no puedes aclarar nada, y caminas entre no saber que hacer y pararte en un lugar donde no te puedas mojar. Es la primavera normal, no esa primavera de calor y sequía, donde los cereales no levantan del suelo, y las viñas empiezan a brotar como si tuvieran pena. Necesitamos la lluvia placentera, que va regando los campos serenamente, sin esas grandes tormentas que todo lo arrasan, están los campos en muchas partes del mundo, con esa sequía que nos recuerda el año 1945, cuando en España se llamaba el año del hambre, fue el final de la segunda guerra mundial, las bombas caían sobre la Alemania nazi en trombas, y para colmo, las dos bombas atómicas en junio de aquel año, que según mis mayores me contaban, no llego a llover nada en todo el año, solamente amenazaba el día anterior con el famoso cacho de arco iris, llamado ampolla, que nunca daba soluciones, si acaso unas gotas que ni quitaron el polvo de los viñedos. Ahora mismo tenemos la guerra de Ucrania, que las bombas que lanzan son incluso mayores que las del final de la segunda guerra mundial, y las tenemos a parecida distancia, No lo sé si tendrá la sequía algo que ver con este cumulo de casualidades. O será el tan temido cambio climático, que en algunos lugares se ven crecer los desiertos, En España solo en Galicia se ve llover de vez en cuando, dicen algunos gallegos de los que yo pude hablar con ellos, que no llueve ni parecido a como lo hacía antes. Y eso que Galicia tiene el mar dándole la vuelta, y unas rías que parecen brazos del mar metidos entre verdes laderas, llenas de vegetación y arboledas. Espero que alguien que sepa estos misterios nos lo pueda explicar mejor. G X Cantalapiedra.