VIENDO LAS OREJAS AL LOBO
Cuando se vive tranquilo sin pensar en nada raro, no quieres notar el filo de algún tiempo poco claro. Marchas buscando caminos por diferentes lugares, y piensas que algunos signos son destinos regulares. Hay un refrán castellano que te dice sus razones, que hace pensar al humano que recibe sensaciones, Viendo las orejas al lobo, son muchas complicaciones, por detrás se queda el logro y las malas intenciones. No conocemos las causas que nos dejan el peligro, ni queremos hacer pausas pegando a la vida un giro. Somos humanos pensantes, cada cual, con su destino, entiendes ciertos instantes de tu serio desatino. Con las orejas del lobo puedes cuidar de ti mismo, la vida no todo es lodo ni tampoco pesimismo. El lobo viene tranquilo buscando nuevo recodo, sobre su camino enfilo el producir su mal modo. No podemos suplicando ver las orejas del lobo, algo raro está pasando que temes doblar el codo. Siguen contando verdades en algunos consultorios, nadie quiere falsedades, aunque lleguen los demonios. Los caminos de la vida pudieran ser pasos locos, la frente camina erguida más temes a ciertos cocos. Las comparaciones malas no pueden ser repertorio, existen algunas salas con signo de locutorio. Cada día que se pasa el viento viene silbando, y su fuerza se traspasa para seguir caminando. Cuando las manos se estiran buscando caminos sanos, mucha memoria se implica en lograr salvar humanos. Andamos mientras vivimos, por la tierra caminamos, algunas veces sufrimos sin ver senderos profanos. Todo lo que nace muere, es el pensamiento humano, aunque a veces no se quiere el esfuerzo es inhumano. G X Cantalapiedra.
Cuando se vive tranquilo sin pensar en nada raro, no quieres notar el filo de algún tiempo poco claro. Marchas buscando caminos por diferentes lugares, y piensas que algunos signos son destinos regulares. Hay un refrán castellano que te dice sus razones, que hace pensar al humano que recibe sensaciones, Viendo las orejas al lobo, son muchas complicaciones, por detrás se queda el logro y las malas intenciones. No conocemos las causas que nos dejan el peligro, ni queremos hacer pausas pegando a la vida un giro. Somos humanos pensantes, cada cual, con su destino, entiendes ciertos instantes de tu serio desatino. Con las orejas del lobo puedes cuidar de ti mismo, la vida no todo es lodo ni tampoco pesimismo. El lobo viene tranquilo buscando nuevo recodo, sobre su camino enfilo el producir su mal modo. No podemos suplicando ver las orejas del lobo, algo raro está pasando que temes doblar el codo. Siguen contando verdades en algunos consultorios, nadie quiere falsedades, aunque lleguen los demonios. Los caminos de la vida pudieran ser pasos locos, la frente camina erguida más temes a ciertos cocos. Las comparaciones malas no pueden ser repertorio, existen algunas salas con signo de locutorio. Cada día que se pasa el viento viene silbando, y su fuerza se traspasa para seguir caminando. Cuando las manos se estiran buscando caminos sanos, mucha memoria se implica en lograr salvar humanos. Andamos mientras vivimos, por la tierra caminamos, algunas veces sufrimos sin ver senderos profanos. Todo lo que nace muere, es el pensamiento humano, aunque a veces no se quiere el esfuerzo es inhumano. G X Cantalapiedra.