Palo Alto.
GRACIANO PALOMO.
ETA acude al socorro de Puigdemont.
¿Que en tierra catalana derramaron su sangre centenares de víctimas inocentes bajo el terror etarra? ¡Qué más da!
Cuando se escriba la historia de estos días dramáticos para la atribulada España habrá un apartado para la picaresca típica hispana retratada por Miguel de Cervantes con precisión y maestría.
Hay un secesionismo melifluo y viscoso pero inteligente (Junqueras), otro garbancero (Tardá/Rufián) y otro simplemente 'trinkon' (Mas/Puigdemont). Lo que resulta realmente llamativo es la utilización de niños, adolescentes, atribuladas amas de casa, etc., para construir un Estado beatífico con apoyos directos e inequívocos manchados de sangre que repugnan a cualquiera con una mínima sensibilidad democrática.
Es el caso de ETA, que pone como ejemplo la “revolución catalana” de estos días para copiarla en el País Vasco y Navarra. Primero mandaron a su edecán enchulado, Otegi, para que fuera recibido con todos los honores por 'madame' Forcadell y en plan estrella cinematográfica por todos los estamentos del independentismo. ¿Que en tierra catalana derramaron su sangre centenares de víctimas inocentes bajo el terror etarra? ¡Qué más da!
Dentro de ese relato histórico tendrán que aparecer también en negrita los procederes de gentes que autotitulados de “izquierda” son compañeros de viaje del más rancio carlismo en pleno siglo XXI, que lo que realmente persiguen es institucionalizar su chiringuito para seguir con sus fechorías económicas y sus abusos de poder.
Dentro de ese manual abracadabrante aparecerán también los curas, inevitablemente, los mosenes trabucaires y embotados a los que se les apareció una noche Jesucristo envuelto en una estelada después de resucitar en el Montseny.
¡Mare de Dèu!
GRACIANO PALOMO.
ETA acude al socorro de Puigdemont.
¿Que en tierra catalana derramaron su sangre centenares de víctimas inocentes bajo el terror etarra? ¡Qué más da!
Cuando se escriba la historia de estos días dramáticos para la atribulada España habrá un apartado para la picaresca típica hispana retratada por Miguel de Cervantes con precisión y maestría.
Hay un secesionismo melifluo y viscoso pero inteligente (Junqueras), otro garbancero (Tardá/Rufián) y otro simplemente 'trinkon' (Mas/Puigdemont). Lo que resulta realmente llamativo es la utilización de niños, adolescentes, atribuladas amas de casa, etc., para construir un Estado beatífico con apoyos directos e inequívocos manchados de sangre que repugnan a cualquiera con una mínima sensibilidad democrática.
Es el caso de ETA, que pone como ejemplo la “revolución catalana” de estos días para copiarla en el País Vasco y Navarra. Primero mandaron a su edecán enchulado, Otegi, para que fuera recibido con todos los honores por 'madame' Forcadell y en plan estrella cinematográfica por todos los estamentos del independentismo. ¿Que en tierra catalana derramaron su sangre centenares de víctimas inocentes bajo el terror etarra? ¡Qué más da!
Dentro de ese relato histórico tendrán que aparecer también en negrita los procederes de gentes que autotitulados de “izquierda” son compañeros de viaje del más rancio carlismo en pleno siglo XXI, que lo que realmente persiguen es institucionalizar su chiringuito para seguir con sus fechorías económicas y sus abusos de poder.
Dentro de ese manual abracadabrante aparecerán también los curas, inevitablemente, los mosenes trabucaires y embotados a los que se les apareció una noche Jesucristo envuelto en una estelada después de resucitar en el Montseny.
¡Mare de Dèu!