¿Por el bien de España... o de él?...

¿Por el bien de España... o de él?

Sánchez puede que logre sortear el trago y convertirse en presidente. Otra cosa será la gobernabilidad.

Agustín Pery.

Actualizado:

22/07/2019 18:33h.

Escuchar a un candidato en una investidura pedir el voto o la abstención «por el bien de España» dice mucho de él y no necesariamente bueno. Podemos hablar de una calculada moderación o una exagerada hiperventilación. A nadie le vamos a descubrir a estas alturas que la política es un espectáculo, últimamente chusco, en el que los actores deben lograr engatusar al espectador. El protagonista principal de esta ópera bufa no lo está logrando. Quizá porque, asesorado por su estratega de cabecera, hoy tocaba ser el campeón de la moderación. La que no ha existido en sus meses de (des) gobierno.

Pero, ay, por ahí asoma la verdadera jaez del mal actor que es Pedro Sánchez. Le ha faltado decir que él es la luz que ilumina las tinieblas y el faro que guía todos los barcos... por el bien de España. ¿De qué España? ¿la de Pedralbes o la de hoy? Un hombre es rehén de lo que dice y aún más de lo que calla, de lo que oculta. Arrogarse la condición de salvapatrias es un tic de aquello de lo que tanto abomina, eso con lo que acostumbra a señalar a quienes no tienen la fortuna de creer en él.

Sánchez puede que logre en este espejo de juegos de espejos valleinclanesco sortear el trago y convertirse en presidente. Otra cosa será la gobernabilidad, pero eso poco creo que le importe. Quizá, y que me disculpe el fénix de la política patria, lo mejor para uno no siempre coincide con lo mejor para la mayoría.

Agustín Pery.

Director Adjunto.