Lee el que he puesto en política, ese te interesa.

No es este un tiempo ideal de Paz, Amor y Buen Rollito. Y no me refiero a las festividades de la temporada, que aún nos queda por disfrutar la de Reyes Magos. Me refiero al tiempo político de España, este país plural y complejo al que siempre hay quien quiere reducir a la unidad, la unanimidad y la uniformidad del cuartel.

Es muy posible que, en cuestión de días, tengamos por fin ese Gobierno progresista de coalición que millones de españoles deseamos tras las elecciones de abril y noviembre del pasado año. Soy consciente de la correlación de fuerzas nacional, europea e internacional, y de ese Gobierno espero, pues, pocas cosas. Una es que frene el deterioro que han sufrido las condiciones de vida de las clases populares y medias durante los muchos años del PP. Otra es que defienda la dignidad de los votantes del PSOE, Unidas Podemos y las demás fuerzas que van a hacerlo posible.

No quiero que el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se amilane lo más mínimo ante el intenso bombardeo que va a sufrir, que ya está sufriendo antes incluso de su nacimiento, desde las poderosas baterías mediáticas de la patronal, el cardenal Cañizares y el eternamente excitado Trifachito. Este es el Gobierno legal y legítimo que corresponde a la composición del Parlamento resultante de dos citas consecutivas con las urnas. No me gustaría que ofreciera la otra mejilla para que también se la abofetearan; me gustaría que devolviera golpe por golpe. Dialéctica, política, institucional y judicialmente.

INFO LIBRE

Amén Jesús.

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