Como siempre, lamento cualquier víctima inocente y...

Como siempre, lamento cualquier víctima inocente y mismo que no lo sienta en mi propia carne lo encontraré inhumano. Ahora bien y coincidiendo bastante con J. R. Rubio en su comentario escrito más arriba me gustaría dejar el mío (mismo que se lancen contra mi alguno de esos)

Lo que lamentablemente pasó en New York, Madrid, Francia, Inglaterra y decenas de lugares en el mundo como consecuencia de esos actos de "terrorismo" (si entre comillas) deben tener un origen. Y los ciertos orígenes que los provocan y a las que las gentes se acostumbran podrían que mamaran de la madre injusticia. ¿Por qué no ser más humanos y certeros en nuestras opiniones al tomar posiciones? No justifico pero, pongámonos por unos minutos en la piel de un, por ejemplo, palestino al que las bombas han acabado con toda su familia y preguntémonos qué es lo que no haríamos por vengar tanto horror. Se que lo que voy a decir me traerá críticas de todos los colores, pero pienso que algunos de estos actos terroristas son hijos legítimos de la injusticia. Zapatero y su Alianza de Civilizaciones no andaban descaminados como una solución. Pero mientras que haya intereses en que las predicciones de Nostradamus se cumplan lo único que podemos hacer para combatirlas es no caer en la xenofobia.

J. R. Rubio tiene razón cuando culpa a ee. uu (si en minúsculas) de todas las masacres que se han cometido y siguen cometiéndose en esos países. Obviamente, hay algo que pocas veces se menciona. Y esto es que todo está planificado para acabar con la UE. Por eso que el euro recibe tantos ataques porque ellos los consideran una amenaza a la posición del dólar como divisa de cambio internacional

Ahora ya podéis lapidarme

Largo pero interesante: http://blogs. publico. es/espejos-extranos/2015/01/10 /el-acuerdo-fatal/
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Siempre es lo mismo enfrentamiento entre religiones. Estados Unidos puede ser culpable pero no por el petróleo u otra causa distinta de su defensa del catolicismo a escala mundial; o sea, es la lucha de siempre, fieles e infieles.

Nadie debería morir en nombre de espíritus mágicos ni leyendas del pasado.

saludos