Libertad 246 que razón tienes, que poco saben lo que se paso en nuestros tiempos, y no nos quejábamos disfrutábamos de la vida mas que ahora la juventud, yo recuerdo venir a Ordoño II a pasear y nos divertíamos dando vueltas de arriba a bajo de la calle, y si nos aburríamos contábamos las gafas, las blancas y las de sol, que tontería ¿verdad? Pues es cierto, mis padres no nos dejaban ir al baile si no nos acompañaban mis hermanos, al cine podiamos ir los domingos y gracias, si algunas amigas no podía nos quedábamos todas con ella, alquilábamos una bici por una hora y nos turnábamos para montar en ella, no se pueden imaginar lo bien que lo pasabamos.
Yo pase una juventud feliz, pero carente de todo lo que hoy sobra.
Un saludo
Yo pase una juventud feliz, pero carente de todo lo que hoy sobra.
Un saludo
! Pues claro elo, que, disfrutábamos! Lo malo sería después, cuando te encontrabas, ya adolescente, e ibas recordando, lo poco que había en tu mesa, y como la madre, esperaba a que sus hijos comiesen... y otras muchas cosas. Y lo malo también, al menos para mí, es que mis primos en Madrid, sabían muchas cosas, y hasta tenían toda clase de libros: al menos los de una de mis tías; los otros menos. Y es que los otros sus padre, mis tíos, cuando les llamarón al gran horror de aquellos años, fueron al lugar equivocado, Y esas cosas se miraban con lupa, y hasta se encontraron sin padre mucho tiempo.
Y...! Claro que nos divertíamos con muy poca cosa! y fuimos felices a nuestra manera. Lo malo es cuando nos tocaría enfrentarnos, a lo que Marcelino Camacho se enfrentó... un ejemplo a recordar hoy y desearle un eterno descanso.
Saludos.
Y...! Claro que nos divertíamos con muy poca cosa! y fuimos felices a nuestra manera. Lo malo es cuando nos tocaría enfrentarnos, a lo que Marcelino Camacho se enfrentó... un ejemplo a recordar hoy y desearle un eterno descanso.
Saludos.