Nosotros no la llamábamos la fiesta de Hallowen y sí...

Nosotros no la llamábamos la fiesta de Hallowen y sí hacíamos algo parecido a lo que comentas el día de Todos los Santos. Era en Ciruelos del Pinar (Guadalajara). Los chicos y chicas nos reuníamos y hacíamos eso en una calabaza. Los mayores, porque los niños solo acompañábamos, pero íbamos todos juntos siempre y entonces también participábamos de la experiencia. Cuando ahora lo recuerdo es que éramos bastante tétricos. Nos íbamos andando por la noche hasta el cementerio que estaba a casi un kilómetro del pueblo. Y justo llegábamos a las puertas del cementerio y entonces los mayores nos asustaban con las calabazas iluminadas y emprendíamos la vuelta al pueblo en una carrera por llegar cuanto antes como si las almas de los muertos fuesen detrás nuestro. Sentíamos un miedo compartido y eso hacía que fuese una especie de diversión a la vez.