Puede que tu no veas las colas del hambre, cerca de mi casa tengo dos parroquias donde impresiona ver a gente joven dos días a la semana para recoger ropa y alimentos.
Muchos hijos hoy viven con la ayuda de sus padres, medios conseguidos en esos malos tiempos que algunos llamáis. Incluso muchas mujeres de mi generación, se podían permitir ser amas de casa.
Muchos hijos hoy viven con la ayuda de sus padres, medios conseguidos en esos malos tiempos que algunos llamáis. Incluso muchas mujeres de mi generación, se podían permitir ser amas de casa.
Antes no había colas. Cada uno gestionaba su hambre en su casa. Nadie repartía nada y las tripas crujían y crujía.
Pues mira yo prefería trabajar por decisión propia. No quise quedarme en casita.
Pues mira yo prefería trabajar por decisión propia. No quise quedarme en casita.