Ya no solo lo percibes
pues también lo saboreas
ahora ya estás en tú salsa
en esas hermosas tierras.
Oyendo
cantar las aves
y contemplando su vuelo,
unas sobre las alturas,
y otras a ras de suelo.
Descansando en ese patio
debajito del olivo,
y hablando con tú vecino
al que no le gusta el ruido.
Echando algún trago de agua
o si se tercia, de vino,
Goyo no dirá que no
aunque solo sea un traguino.
Y a tú Toñi mímala
cuídala con gran esmero,
si calienta mucho el sol
dile que coja un sombrero.
Y que respire profundo
de ese airecillo tan sano,
llenándose los pulmones,
que eso aquí, no lo catamos.
Abrazos para todos.
Pa. Sa. Ma.