Hola, Lu: Tu mensaje del teatro me ha traído a leer...

Hola, Lu: Tu mensaje del teatro me ha traído a leer aquí, desde donde te contesto, para evitar seguir escribiendo en prosa allí.
Ya veo que te está molestando todo lo que te digo. Todas mis intervenciones cuando me he dirigido a tí, lo han sido con la mejor intención, sin querer molestarte y procurando que la cordialidad y la camaredería imperara entre todos nosotros.
Me doy cuenta que siempre te he hablado como el señor que habla a alguien bastante menor que él (no sé por qué me imaginé eso), y esa ha sido la razón de que algunas de mis intervenciones parecieran rencillas; eso sí, siempre rencillas con gran dosis de amabilidad.
Como posiblemente estoy equivocado y no es tanta la diferencia de edad (yo tengo setenta y cuatro años), te doy mi palabra de que no te volveré a rencillar. Eso sí, cuando algo no me guste lo diré lisa y llanamente.
Te pido -de verdad-, me perdones si crees que me extralimité en mis mensajes alusivos a tí.

Afectuosamente,

Plazalagua.