Hoy día está prohibido, pero allá por los años 60, otro caminante extremeño que deambulara por tales andurriales no hubiese llevado cámara fotográfica; habría ido provisto del pincho de hierro en forma de bastón que tenía un afilado arpón en la punta que era lo más idóneo para a atrapar lagartos pinchándolos en sus escondrijos. Su carne decían algunos era mejor que la del conejo.
saludos.
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