Me estoy acordando de una historia que nos contaba...

Me estoy acordando de una historia que nos contaba mi padre. Al tonto del pueblo para reírse de él, un señor que tenía dinero cada día delante de sus amigos le daba a elegir un billete de un duro o uno de diez, y el pobre “tonto” cada día cogía el de un duro, y así el otro se reía diciendo ¿habéis visto cosa más tonta? Siempre coge el de menos valor, y un día un amigo del tonto le dijo, la próxima vez que te diga que escojas, tú coge el grande, y este le contestó, si, pero entonces se me acaba el duro diario.

Hay veces que vale la pena hacerse el tonto.