En mi pueblo, Cuando llega el mes de agosto llegan muchos veraneantes, para pasar la fiesta y disfrutar del campo y comida “Sana “, pues como están viviendo fuera, cuando llegan ves con cuanta ilusión saludan a todo el mundo, si es una persona joven, oyes a alguna de las “abuelas” decirle.
Hay que ver cómo has cambiado. ¿Pero tú no eras ante morena? Como cambian estas mozas, de un año para otro y ya no las conoces. Estás un poco flacucha ¿no? Y te has quitado arrugas, ¡Seguro que te has operado la cara!
La chica se ríe y le contesta; no señora, es mi madre la que es morena, yo soy Mari, la hija de Pepita, la nieta de la tía Isabel. La abuelita se le mira y le dice, me parece que me estas engañando, la Isabel es de mi quinta y no tiene edad para tener un nieta tan grande como tú.
(Y la señora “solo” tiene noventa años)
Cuando la chica vuelva el año que viene, la avuelita le volverá a decir lo mismo, ¡Pero es su forma de saludar!
Hay que ver cómo has cambiado. ¿Pero tú no eras ante morena? Como cambian estas mozas, de un año para otro y ya no las conoces. Estás un poco flacucha ¿no? Y te has quitado arrugas, ¡Seguro que te has operado la cara!
La chica se ríe y le contesta; no señora, es mi madre la que es morena, yo soy Mari, la hija de Pepita, la nieta de la tía Isabel. La abuelita se le mira y le dice, me parece que me estas engañando, la Isabel es de mi quinta y no tiene edad para tener un nieta tan grande como tú.
(Y la señora “solo” tiene noventa años)
Cuando la chica vuelva el año que viene, la avuelita le volverá a decir lo mismo, ¡Pero es su forma de saludar!