Pues, acabo de inventar un lenguaje mudo y es a usted...

BUENOS DÍAS. Póngame usted un negativo, o dos, o los que quiera. Si por dar los buenos días alguien me crucifica, pues, habrá que inventar un lenguaje mudo. Espero su negativo y le contestaré, no lo dude.

Pues, acabo de inventar un lenguaje mudo y es a usted a quien primero me dirijo. ¿Qué le he dicho? Como no tiene sentido del humor... póngame otro negativo.