LA NOCHE DE SAN JUAN...

LA NOCHE DE SAN JUAN

Es la noche de San Juan una fiesta cristiana de origen pagano que se celebra en muchos lugares del mundo en honor al solsticio de verano que entra el 21 de Junio.

En su origen pagano, es decir, antes a la venida de Jesús al mundo, esta festividad se celebraba en honor al Sol, y como forma de refuerzo al mismo que a partir de ahora va perdiendo fuerza hasta llegar al solsticio de inverno, es decir, de la noche más larga del año 21 de Junio a la más corta 21 de Diciembre.
Otra celebración pagana hace referencia a las hogueras que se establecen en las plazas o calles de los pueblos o en las playas en el caso de pueblos costeros. Es una forma de ahuyentar los malos espíritus quemando en ellas todo aquello que nos trae malos recuerdos y limpiando nuestro espíritu.

La parte cristiana de la celebración está en el agua para purificar y lavar nuestra alma como hizo San Juan en el bautismo que él celebraba en el Jordán.
Hay otros pueblos que utilizan también las ofrendas de las plantas, recogidas del campo, colgándolas en los balcones, para que el Santo proteja del mal a aquella familia.

En las playas el ritual mayor es bañarse, o mojarse los pies, en el mar, a partir de las 12 de la noche, y pedir algún deseo para que el santo te lo conceda, en las mujeres en lo más frecuente es pedir la fecundidad. También se encienden muchas hogueras.

Y visto todo esto yo he llegado a la conclusión que la celebración más original y más romántica es la de mi pueblo natal Fuensanta (Jaén), porque allí la noche de San Juan los mozos del pueblo van colgando en los balcones de las mozas casaderas toda clase de plantas y frutas, que allí cada una tiene su significado, haciéndole llegar a la chica, a través de ese significado, que él está prendado de su belleza, de su elegancia, de su simpatía o de su bondad, y que estaría encantado de elegirla como novia y como madre de sus hijos.

Así que visto lo visto en mi pueblo la celebración de San Juan está dedicada, fundamentalmente, a la galantería y al amor. Es que los fuensanteños somos así.