LAS DROGAS NUNCA PERDONAN...

LAS DROGAS NUNCA PERDONAN
El drogadicto no entiende
cómo se acaba su vida,
siendo un pobre penitente
que ve su ruta perdida.

Sus mañanas son terribles
entre delirios de muerte,
no parecen asumibles
ni pueden jamás dar suerte.

Amenazas que se cobran
por ser esclavos pendientes,
las drogas nunca decoran
ni son causa de alicientes.

Se maldicen en silencio
sin entender las razones,
y ven su rumbo tan necio
que abrazan las maldiciones.

Maldiciendo su camino
en las noches tenebrosas,
temiendo siempre ese signo
de sus horas horrorosas.

En un pozo sin salida
que les conduce a la muerte,
ven su vida consumida
en cualquier camino inerte.

Los gritos de sus dolores
son caminos sin retorno,
a veces tienen rencores
en medio de su contorno.

Cómo zombis sin futuro
van caminando por drogas,
su sentir se vuelve oscuro
mientras temen ciertas togas.

Las drogas guardan silencios
en las frías madrugadas,
y suelen vivir desprecios
al ver sus rutas quemadas.
G X Cantalapiedra.