3º PARTE...

3º PARTE
España es el único país europeo y quizá del mundo que establece un sistema político, falseadamente democrático y al contrario partitocratico donde se prima la voluntad de los partidos políticos, y donde no se eligen directamente a sus representantes sino al partido político que luego elige interiormente al gobernante y el sistema electoral deposita fraccionariamente el poder político en 17 mini Estados a los que se llama “El Estado de las Autonomías”.
Es una tipificación de un “Estado de Deshecho” o “Estado Fallido” donde se reconoce en la Constitución vagamente la existencia de varias naciones dentro de la nación española aunque en el texto constitucional no las identifica y legaliza los partidos independentistas y separatistas, enemigos de la unidad de la nación española y cuyo objetivo político es la conspiración, la rebelión y la desintegración del actual Estado.
En esta situación no podemos plantear las siguientes preguntas. ¿Por qué se eligió el Estado Autonómico con autonomía política plena de las Regiones españolas y se legalización los partidos independentistas?
Ya antes de promulgar la Constitución del 1978 donde se establece el Estado de las Autonomías, el Presidente del Gobierno Adolfo Suárez cobardemente y sin paliativos y perjurando de sus ideas anteriores reconocía el sistema autonómico a la Comunidad Vasca y a Navarra, no por supuesto en reconocimiento de los derechos históricos que sólo existían en la mente del Sr Suárez sino por el miedo a ETA, organización criminal independentista de estos territorios que incluso fue legalizada en la Constitución del 1978 a través de sus organizaciones políticas Herri Batasuna y Euskadico Esquerra.
Otro Estado europeo como Gran Bretaña, tras la independencia de Irlanda en 1917 una parte de la isla quedó anexionada al Estado inglés como Irlanda del Norte y la aparición de un terrorismo asesino de una organización política católica conocida como IRA que sembró la muerte por doquier a la sociedad pero el Estado ingles declaró la ocupación de este territorio por el ejército y entre los partidarios del IRA y el USTER (fracción unionista inglesa) se cometieron asesinatos de sus miembros pero hubo bajas en ambas organizaciones.
Gran Bretaña jamás legalizó el IRA mientras usó la lucha armada en su intervención política pero en España tras la promulgación de la Constitución del 1978 si estaban legalizadas sus organizaciones políticas de Herri Batasuna y Euskadico Esquerra que representaban a la organización política y militar de ETA.
España se encuentra ubicada geográficamente entre dos países democráticos como son Francia y Portugal y ambos tienen como estructura política un Estado unitario centralista con un poder político ejercido por el Presidente de la República y el Gobierno nacional y el otro Estado que está más alejado es Italia, que es un Estado Regional con un poder político centralizado ejercido por el Presidente de la República y el Gobierno y una descentralización administrativa (no política) que es controlada por el Senado.
Es el momento de rectificar estos errores y acabemos cuanto antes con el Estado Autonómico que es causa de nuestros males y del enfrentamiento entre regiones y fomenta el individualismo y el subsiguiente independentismo por anarquía existente que origina que todos estos problemas expresados y lo sustituimos por un Estado unitario centralista en lo político donde se reconozca a España como única nación, indivisible y descentralizada en lo administrativo con la institución de un Estado Regional a imitación de Italia donde el Congreso de Diputados atienda únicamente el poder legislativo, y el ejecutivo será dirigido por un equipo del gobierno elegido por el Tribunado del Pueblo con el auxilio del rey y un equipo de tecnócratas y el Senado se limite a las diferentes regiones del Estado en el ámbito administrativo.
Será de urgente necesidad ilegalizar en la nueva Constitución los partidos políticos independentistas o separatistas incluyendo los populistas, que defienden la desintegración de España, causantes del cáncer de la nación española y de su desintegración.