Siguen estado buenas....

! Por Ángel...!

CASTOR. Más o menos en todos los pueblos de España. Diré que las sopas de ajo bien calentitas y con un pimentón picante entraban de maravilla, venían en pucheros de barro. Tengo que decir que las sopas calentitas nos sentaban muy bien. El frescor de la mañana era latente. desde las 7 hasta las 9 pasábamos frío. pese a que era verano, pero teníamos que estar allí para que las vacas no marcharan. Cierto que no eran todos los días y yo lo aprovechaba para ir a pescar. El torrezno bien dorado nos sabía a gloria.

Siguen estado buenas.

Algunos siguen degustando esas sopas siempre que van al pueblo. No todos los días, después de unos kilómetros de camino, a partir de las siete, una sopa de ajo y un chorizo...! que buenos!