LLANOS DE LA MANCHA TOLEDANA
Cuando se sienten lamentos grandes
sobre caminos que son andados,
nunca aparecen los sueños que arden
ni los motivos más angustiados.
En esos llanos tan distinguidos
entre viñedos que tienen fama,
se ven caminos muy deprimidos
que a veces piensas que tienen alma.
Viejos molinos sin molineros,
sombras de un tiempo no muy lejano,
aquellos años fueron austeros
viendo su campo siempre en la mano.
En esa tierra tan toledana
donde las viñas siguen creciendo,
se hace bonita cualquier mañana
y al ver la peste vives sufriendo.
Nadie deslumbre ciertos motivos
cuando las viñas van floreciendo,
el viento dice que no hay festivos
y que los brotes siguen surgiendo.
En estos llanos de claridades,
entre reflejos de sus viñedos,
nadie quisiera ver falsedades
ni que en su tierra surjan enredos.
Cuando las viñas se ven erguidas
sobre llanuras que corre el viento,
nunca quisieras verlas heridas
y mucho menos hablar de un muerto.
En esta peste tan maldecida
entre pasiones de sufrimiento,
alguna vida se fue perdida
y hoy solo queda su sentimiento.
En estos llanos que son leyendas
por los caminos que deja el tiempo,
la peste fiera coge sus riendas
y hasta nos roba cualquier aliento.
G X Cantalapiedra.
6 - 5 - 2020.
Cuando se sienten lamentos grandes
sobre caminos que son andados,
nunca aparecen los sueños que arden
ni los motivos más angustiados.
En esos llanos tan distinguidos
entre viñedos que tienen fama,
se ven caminos muy deprimidos
que a veces piensas que tienen alma.
Viejos molinos sin molineros,
sombras de un tiempo no muy lejano,
aquellos años fueron austeros
viendo su campo siempre en la mano.
En esa tierra tan toledana
donde las viñas siguen creciendo,
se hace bonita cualquier mañana
y al ver la peste vives sufriendo.
Nadie deslumbre ciertos motivos
cuando las viñas van floreciendo,
el viento dice que no hay festivos
y que los brotes siguen surgiendo.
En estos llanos de claridades,
entre reflejos de sus viñedos,
nadie quisiera ver falsedades
ni que en su tierra surjan enredos.
Cuando las viñas se ven erguidas
sobre llanuras que corre el viento,
nunca quisieras verlas heridas
y mucho menos hablar de un muerto.
En esta peste tan maldecida
entre pasiones de sufrimiento,
alguna vida se fue perdida
y hoy solo queda su sentimiento.
En estos llanos que son leyendas
por los caminos que deja el tiempo,
la peste fiera coge sus riendas
y hasta nos roba cualquier aliento.
G X Cantalapiedra.
6 - 5 - 2020.