Calles y mas calles. Hombres que nacen vivos. Hpombres...

Calles y mas calles. Hombres que nacen vivos. Hpombres que caminan semi vivos.
Y el grito, de la calle larga que es todo un muladar lleno de excrementos.
! Y si que me molesta y mucho, que alguien sin mas ni mas, corte una rosa, se la ofrezca a mi conciencia dormida.
Allan aquellos que les han tocado calles en medio de este basurero, que tenemos por mundo: yo no lo he inventado.
Vamos a ver, hay quines tienen su nacimiento tardío o muy temparno, y se les escapan los bienes terrenales: allá ellos. Por mi parte, he tomado como pretesto de levantarme cada mañana y no hacer nada, para eso están los otros.
Si me atosiga el cansancio de los otros... quejicas ellos. Decía el que me enseñó este oficio, que en este mundo el que mas pone, pas pierde: se refería al sudor.
Hay quines me nombran de mil maneras nada agradable. y es inutil decirles que mi oficio de explotador, me viene de herencia. Y que mi padre antes de amasar la fortuna decía. "haré todo lo posible, de pasar de esta orilla a la otra1 1y vaya si lo hizo bien! Al poco tiempo pasó a ser de esclavo a verdugo. Luego se pasó la vida dando ordenes desde su poltrona, sentado, y si alguna vez le entraban ganas de trabajar, se tumbaba. Solo se enfadaba, como yo cuando, a quienes le servían se volvían pedigüeños, mientras les decía: "O tomarlo o dejarlo" Fue asi como aprendí el oficio de mi padre, que amigos, está muy extendido, por esas calles que ya he mencionado. ¿Que que hago para vivir? Ya lo he dicho: nada, los otros lo hacen por mí. Es un oficio heredado, y no me va mal. Ya se que dicen algunos que hay muchas maneras de robar...! Pues que lo aprendan!
A mi padre siempre le llamaban "señor" ¿Roban los señores? Hombre pues no, no me cabrea, discutir hasta el último centimo. a aquelos que sudan por mi. Yo no tengo la culpa de que mi padre de ser un pobre diablo, pasara a llamarse señor y mucho mas respetado, que cuando sudaba de lo lindo. Y no le faltan reverencias, de otros colegas, tambíen en el oficio de no hacer nada y muy poco. Decía mi padre: "no sudes en la vida" mientras me enseñaba mil picardías. y señalaba la tierra, donde decía, que la vida eran cuatro días, y que unas paladas de tierra hacían igual a todos, por muchos médicos, que se acercaran a la cabecera los últimos días. Esto le cabreaba. El día que se fué lo entendí y no se si son brotes de mi conciencia o que... si se que a veces me despierto gritando, y soñando que soy un pobre paria con un plato pequeño de lentejas. Pero ya despierto, me digo que yo no tengo la culpa de que el mundo sea un estercolero. Yo lo he encontrado asi, y asi lo llevo, en este mi oficio que espero bien me dire siempre. ¿Y las leyes?! No grites, conciencia, no grites! Mi padre me enseñó a que no te escuchara. Las leyes las burla el que puede, me decía. ¿La conciencia? Es algo invisible que un buen fajo de billetes acalla.
¿La verdad? Esta se viste de mentira, la mentira de verdaad, y depende del color del cristal... ¿El castigo? Este casisiempre es para los mismos... porque el mundo es un mar de mierda.
Por tanto no me grites conciencia. tus monsergas no están hechas para mi. Si me molestas me duermo aunque me tenga que tomar una pastilla... Y cuando amanezca, veré que se me dice. "Buenos días "señor" ¿A dormido bien el "señor?"
¿De que miseria me hablas? no me des la lata, maldita conciencia. Si n sigues en ese plan, me hechos la siesta hasta que venga la funeraria... porque: ¿estarás de acuerdo conmigo, que es la única justicia (relativa) hasta el día de hoy sobre la Tierra?
libertad