Y después del burro muerto la cebada al rabo. Sí que le importa al susodicho lo que vayan a hacer con sus despojos. Se estará riendo a mandíbula batiente la guerra de guerrillas en que se está convirtiendo este caso. Hay cosas mucho más importantes que solucionar que sacar a un muerto aunque haya sido un dictador. Pero tranquilos que ya le pusieron una losa de 1.500 kilos para que no se le ocurriera ni pudiera salir.