De la logística del traslado de preso y los fusilamientos se encargó el Comité Provincial de Investigación Pública (conocido como la checa de Fomento), bajo la responsabilidad de Santiago Carrillo y su número 2, Segundo Serrano Poncela, al que había nombrado director general de Seguridad.
El historiador británico Paul Preston señala que Santiago Carrillo quizá «no fue quien dio las órdenes, que seguramente vinieron de Moscú y de la cúpula del partido en España, ni tampoco ejecutó la matanza, pero sí fue un elemento clave en su organización. Su responsabilidad va mucho más allá de lo que él nunca ha reconocido ni públicamente ni en sus memorias».
Y luego dedicó buena parte de su vida, sobre todo tras el restablecimiento de la democracia, a borrar la huella de aquellos crímenes esparciendo «abundantes falsedades y confusiones deliberadas», señala Preston, quien cifra entre 2.000 y 5.000 el número de personas asesinadas en Paracuellos.
El historiador británico Paul Preston señala que Santiago Carrillo quizá «no fue quien dio las órdenes, que seguramente vinieron de Moscú y de la cúpula del partido en España, ni tampoco ejecutó la matanza, pero sí fue un elemento clave en su organización. Su responsabilidad va mucho más allá de lo que él nunca ha reconocido ni públicamente ni en sus memorias».
Y luego dedicó buena parte de su vida, sobre todo tras el restablecimiento de la democracia, a borrar la huella de aquellos crímenes esparciendo «abundantes falsedades y confusiones deliberadas», señala Preston, quien cifra entre 2.000 y 5.000 el número de personas asesinadas en Paracuellos.