Feliz el que reconoce a tiempo que sus deseos no van...

Feliz el que reconoce a tiempo que sus deseos no van de acuerdo con sus facultades.

La impaciencia es la aliada del verdadero dolor.

la vida es un arte en el cual no se puede pasar de aficionado; para llegar a ser maestro hay que verter lagrimas del corazón.

Dicen que la historia se repite. Pero lo cierto es que sus lecciones so se aprovechan.