Candil sin mecha, ¿qué aprovecha?
Cual el canguilón, tal el olor
No todos los canos son viejos ni sabios
Canonista sin leyes, arador sin bueyes
Canonista y no legista, no vale una arista
Lo bueno cansa, y lo malo nunca se daña
Más se cansa quien mira, que no quien juega
Cantar mal y porfiar
No es todo cantar cuanto ruido suena
Quien mal canta, bien le suena
Cantarillo que muchas veces va a la fuente, o deja el asa o la frente
Si da el cántaro en la piedra, o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro
De cada canto, tres leguas de mal quebranto
Entre tanto, llévate este canto
Por el canto se conoce el pájaro
Tras cada cantón, buen cerrevedijón
¡Cañas vanas, cañas vansa; mucho creces y poco granas!
Las cañas se vuelven lanzas.
Cual el canguilón, tal el olor
No todos los canos son viejos ni sabios
Canonista sin leyes, arador sin bueyes
Canonista y no legista, no vale una arista
Lo bueno cansa, y lo malo nunca se daña
Más se cansa quien mira, que no quien juega
Cantar mal y porfiar
No es todo cantar cuanto ruido suena
Quien mal canta, bien le suena
Cantarillo que muchas veces va a la fuente, o deja el asa o la frente
Si da el cántaro en la piedra, o la piedra en el cántaro, mal para el cántaro
De cada canto, tres leguas de mal quebranto
Entre tanto, llévate este canto
Por el canto se conoce el pájaro
Tras cada cantón, buen cerrevedijón
¡Cañas vanas, cañas vansa; mucho creces y poco granas!
Las cañas se vuelven lanzas.