Otro "Fui a por lana y salí trasquilado"...

Lo malo de hacer suempre favores, es que el día que dejas de hacerlo el malo eres tú.

Eso pasa CLARA, y lo digo por propia experiencia, porque las personas favorecidas no son personas "de bien", que en lugar de agradecer los favores recibidos, tratan de seguir "exprimiendo", nada se pierde, perdiendo, valga la redundancia la "amistad" de esas personas.

Otro "Fui a por lana y salí trasquilado"
manuel